Osasuna sigue sobreviviendo en la fase crítica de la temporada: tras el empate en Anoeta, otro punto este sábado ante el Real Madrid no le saca de la cola pero confirma su mejoría en el juego. Un trabajo impecable durante 90 minutos, que ha hecho que los de Zidane no tuvieran ninguna ocasión clara más allá de dos goles anulados justamente.
El encuentro ha tenido unos prolegómenos complejos por el temporal de nieve tanto en Madrid como en Iruñea. En la noche del viernes el Real Madrid tuvo que esperar un par de horas extras para poder salir de Barajas al estar la pista helada, y durante todo el sábado 40 operarios del club rojillo se han afanado para que El Sadar estuviera practicable. Pese que el exterior de la ciudad lucía blanco, el cesped se ha mantenido bastante limpio gracias a estas lámparas de calor que han «trabajado» hasta dos horas antes (foto Osasuna).
Llegada la hora de la verdad, con algunos copos alegrando el ambiente a falta de calor en las gradas, Osasuna ha salido agazapado el primer cuarto de hora. Pero tras ver que al Madrid le costaba bailar sobre el suelo nevado se ha ido estirando, percutido por la calidad de Rubén García, con Roberto Torres bastante más apagado en la otra banda.
La primera parte ha sido muy equilibrada, con la mejor ocasión para los de casa en una peinada de Oier en un córner en el minuto 30 que a punto ha estado de tragarse Courtois.
Los merengues solo encontraban soluciones en diagonales a los laterales y no han tirado a Herrera hasta el minuto 43 (Mendy). Osasuna ha estado inteligente en cada elección, combinando presión alta puntual con repliegue intenso, y también aceleración en unas contadas salidas con circulaciones lentas en general. Del control conseguido da fe que haya llegado al descanso sin siquiera una tarjeta amarilla.
La segunda mitad ha arrancado igual y no lo ha debido ver claro Zidane cuando en el 65 ha reforzado el centro de campo con Valverde por Asensio. Y más aún cuando en el 70 una combinación entre los dos magos rojillos ha estado a punto de adelantar a Osasuna; a Torres se le ha ido arriba la asistencia al punto de penalti de Rubén.
El 4-4-2 madridista no ha traído más peligro que el 4-3-3. Osasuna no ha renunciado a las contras con la energía extra de Jony y Budimir, pero sus prestaciones tampoco le han dado para ganar.
Al final, 0-0 que confirma la mejoría de los navarros, aunque siga faltando la victoria que la certifique en la tabla. Y algo que nadie hubiera augurado y que resume bien lo que ha sido el partido: ni una cartulina en un partido históricamente de alto voltaje y encima con un césped tan húmedo.