La Administración del saliente presidente de EEUU, Donald Trump, ha vuelto a meter este lunes a Cuba en la lista de estados «patrocinadores del terrorismo», de la que había sido retirada en 2015 por el Gobierno de Barack Obama.
«El Departamento de Estado ha designado a Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo por brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas», ha señalado el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha afirmado que el retorno de la isla a la lista se da «por brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas».
Ha acusado al Gobierno cubano de haber «alimentado, alojado y brindado atención médica a asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores, mientras muchos cubanos pasan hambre, no tienen hogar y no tienen medicinas básicas».
Pompeo se ha referido a la presencia en la isla de líderes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a la isla para mantener negociaciones con el Gobierno colombiano, y a «fugitivos estadounidenses buscados por la justicia o condenados por cargos de violencia política».
También ha acusado a Cuba de haberse involucrado «en una serie de comportamientos malignos en toda la región», al denunciar que su aparato de inteligencia y seguridad «se ha infiltrado en las fuerzas militares y de seguridad de Venezuela».
Sancionar el comercio con Cuba
La inclusión de un país en la lista de estados «patrocinadores del terrorismo» implica trabas al comercio y más sanciones, pero sobre Cuba ya pesan todas esas restricciones debido al embargo comercial y financiero.
Con esta decisión EEUU trata de sancionar a «personas y países que se dedican a cierto comercio con Cuba».
En mayo pasado, Washington dio un paso en esta dirección con la inclusión de Cuba en la lista de países que «no cooperan completamente» con EEUU, de la que también forman parte Venezuela, Irán, Corea del Norte y Siria.
El Gobierno cubano replicó entonces que es su país el que es «víctima del terrorismo» con la complicidad de EEUU, en referencia a los diversos ataques atribuidos a grupos anticastristas en las últimas décadas.
Cabe recordar que tras su llegada al poder, Trump frenó el proceso de normalización de relaciones con la isla iniciado en 2014 por Obama, de quien Biden fue vicepresidente.
El pasado 30 de noviembre, el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, denunció una supuesta maniobra de Estados Unidos para devolver a Cuba a la lista de «estados patrocinadores del terrorismo», con la que consideró busca «complacer a la minoría anticubana en la Florida».
Rodríguez indicó entonces en su cuenta de Twitter que Estados Unidos «garantiza refugio e impunidad a grupos terroristas que actúan contra Cuba desde su territorio».