La Real busca este miércoles en su semifinal contra el Barcelona (21.00) en Córdoba su acceso a la final del domingo contra el vencedor del partido que el jueves disputarán Real Madrid y Athletic.
Imanol, con un último entrenamiento previo en el mismo escenario del partido este martes, ha querido convocar a toda su plantilla para desplazarse a Córdoba, con los lesionados, incluido Álex Sola, junto con los porteros titulares de sus dos filiales, Gaizka Ayesa y Unai Marrero.
También ha formado parte de la expedición en el viaje a Córdoba David Zurutuza, que contribuyó en su última temporada como profesional a clasificarse para la final de Copa, lo que da derecho a jugar la Supercopa.
Los blanquiazules buscan su segundo título en esta competición después de ganarla en su primera edición en la temporada 1982-83 como campeón de Liga contra el Real Madrid. En el partido de ida los blancos se impusieron por 1-0 y en la vuelta los blanquiazules remontaron con un 4-1, con tres goles de Pello Uralde y uno de Roberto López Ufarte el 28 de diciembre de 1982.
Cinco años después la Real ganaba la final de Copa al Atlético de Madrid en Zaragoza en 1987 y la temporada siguiente la perdía ante el Barcelona. Desde entonces han pasado casi 33 años sin que el equipo masculino blanquiazul haya podido disputar una final y los blanquiazules no quieren esperar tres meses más hasta la de abril contra el Athletic en la Copa.
Dos rachas bien diferentes
Para conseguirlo la Real debe cortar su racha negativa de una victoria en los últimos doce partidos oficiales y recuperar la solidez defensiva que le caracterizaba en sus trece primeros encuentros, en los que solo encajó cinco goles.
La Real demostró dentro de su mala racha en la segunda parte del partido que perdió ante el Barcelona en diciembre (2-1) que es capaz de competir incluso con muchas bajas con un equipo azulgrana que está en su mejor momento de la temporada.
Los de Koeman llevan seis victorias –las tres últimas conseguidas en una semana fuera de casa ante Huesca (0-1), Athletic (2-3) y Granada (0-4)–, y dos empates en sus últimos ocho partidos, en los que Messi ha recuperado la alegría y su acierto goleador con siete goles en esta racha y cuatro en los dos últimos. Hasta Griezmann llega tras marcar dos goles en la última jornada liguera.
Koeman ha dado con la tecla en ataque con la entrada de Pedri junto a Busquets y De Jong y la de Dembélé con sus dos mejores jugadores. Pero el Barcelona defensivamente tiene problemas, aunque también ha mejorado, por las bajas de Sergi Roberto y Piqué. Tampoco Ansu Fati y Coutinho han viajado a Córdoba en una convocatoria de 21 como si fuera un partido más.
Para la Real no lo es y a un encuentro todo puede pasar. Los blanquiazules confían en eso y en sus posibilidades para superar al Barcelona para clasificarse para la final del domingo. Para eso la clave del encuentro estará en ser capaz de dominar en campo rival como en la segunda mitad del Camp Nou para buscar las debilidades defensivas barcelonistas y ajustar bien la presión alta y dar con la solución a los problemas que planteó Messi en la primera.