En un escueto comunicado, difundido por la agencia oficial SPA, el Frente Polisario aseguró que «el Ejército saharaui lanzó cuatro misiles contra la brecha ilegal de Guerguerat y sus alrededores. Dos alcanzaron la zona de Lawenia mientras que los otros alcanzaron la parte norte de la brecha ilegal».
«La ofensiva (…) se produce un día después de las ofensivas y operaciones de hostigamiento realizadas por combatientes saharauis en el sur de Marruecos», añade la comunicación.
Un alto responsable marroquí que pidió el anonimato confirmó a la agencia AFP «varios tiros de acoso cerca de la zona de Guerguerat, pero no ha afectado a la carretera y el tráfico no ha resultado perturbado».
«Esto se inscribe en una campaña de provocaciones desde hace tres meses. Hay una voluntad de crear una guerra propagandística, mediática, sobre la existencia de una guerra, pero situación es de normalidad», añadió desde la capital marroquí, Rabat.
Testimonios de audio de camioneros Youtube confirman el impacto de misiles cerca de la gasolinera del paso fronterizo y aseguran que abandonaron la zona despavoridos.
Ruptura del alto el fuego
La situación en la antigua colonia española es de alta tensión bélica desde que el pasado 13 de noviembre fuerzas armadas marroquíes penetraran en la zona de interposición del paso de Guerguerat, que considera una «brecha ilegal», para desalojar a un nutrido grupo de saharauis acampados para protestar contra la ocupación.
Apenas 24 horas después de la ofensiva, el secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharahui Democrática (RASD), reconocida por decenas de países, Brahim Ghali, denunció la violación del alto el fuego y consideró rota la tregua firmada en 1991.
Un día más tarde, anunció el inicio de acciones bélicas a lo largo del muro levantado por Marruecos en medio del desierto, que según los saharauis se repiten a diario desde entonces y que Rabat ni siquiera comenta.
El pasado jueves, la RASD ya anunció que el Ejercito saharaui se preparaba para «ampliar el alcance de sus operaciones militares, desde el sur de Marruecos al sur del Sahara Occidental, para cubrir todos los sectores y defensas enemigas».
«En el pasado, hemos otorgado toda nuestra confianza en la comunidad internacional y detuvimos los combates de forma definitiva», recordó la semana pasada el ministro saharaui de Seguridad, Sidi Ould Oukal.
«Hemos esperado 30 años. 30 años de promesas incumplidas, de tergiversaciones y de una espera insostenible».