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Medio millar de manifestantes recalcan en Baiona la agenda social en tiempos de covid

A iniciativa de CGT, FSU, Unef, Solidaires y LAB, medio millar de personas han secundado una marcha en Baiona que devuelve la agenda social a la calle, haciendo hincapié en la quiebra que simbolizan las imágenes de estudiantes, en París, haciendo cola para recibir ayuda de asociaciones caritativas.

La presencia de trabajadoras del sector sociosanitario ha sido destacada en la movilización de este 4 de febrero en Baiona. (Guillaume FAUVEAU)
La presencia de trabajadoras del sector sociosanitario ha sido destacada en la movilización de este 4 de febrero en Baiona. (Guillaume FAUVEAU)

Trabajadores de Sanidad, Educación, de la Función Pública pero también de sectores afectados por las restricciones aplicadas por la pandemia, como creadores culturales u hosteleros, han apoyado la movilización convocada por los sindicatos en Baiona.

Siguiendo el llamamiento de las centrales CGT, FSU, Solidaires y LAB, en torno a medio millar de personas han secundado la protesta en Baiona, que vuelve a sacar a la calle la agenda social, haciendo hincapié en los daños colaterales de la pandemia.

De ahí que junto a los lemas habituales de los sindicatos en contra de la «quiebra social» que, a juicio de los convocantes, acarrean las reformas y recortes gubernamentales, se hayan visto carteles como el que exhibía un manifestante y en el que se remarcaba que «la cultura es un alimento esencial».

Cabe recordar que tras las medidas restrictivas con respecto a los aforos adoptadas tras el verano, y a la vista de la llegada de una segunda ola de la pandemia, al igual que los bares o restaurantes las salas culturales cerraron en octubre de 2020 en Ipar Euskal Herria.

La pandemia ha fragilizado las vidas de muchos ciudadanos, entre ellos los estudiantes, en particular los universitarios. Los restaurantes de las universidades, cerradas por la pandemia, han reabierto sus puertas para distribuir «comidas a un euro», siguiendo las directrices del Gobierno galo.

Una medida de contención ante la preocupación que generan imágenes como las vistas en días pasados de universitarios haciendo cola para recibir paquetes de productos básicos con los que paliar su precaria situación a las puertas de organizaciones caritativas en París.

De ahí que la demanda de que el dispositivo de ingreso mínimo social o RSA se extienda a los jóvenes de entre 18 y 25 años haya sido una de las reivindicaciones que han lanzado hoy los impulsores de la manifestación que ha enlazado los barrios de Saint Esprit y Baiona Ttipia.