Cruzado el mediodía del 9 de febrero de 1961, trescientas personas accedieron al interior de The Cavern Club, un local enclavado en Liverpool cuya entrada costaba cinco libras.
Para ese día estaba programada una actuación del grupo Fab Four y su repertorio incluía temas propios, pero también algunas versiones de Chuck Berry, Ray Charles, Elvis Presley y Jerry Lee Lewis.
El primero de los integrantes del por entonces quinteto que llegó al local fue su guitarrista George Harrison, desconocedor del protocolo que dictaba en The Cavern, vestía vaqueros sin saber que ese tipo de ropa no estaba permitida en el lugar. Al poco rato llegaron John Lennon, Paul McCartney, Pete Best y Stuart Sutcliffe.
Entre los curiosos que se acercaron hasta el local enladrillado figuraba el productor Brian Epstein que, tras verlos actuar, los fichó para Parlophone.
El grupo actuó de 13.00 a 14.00 de la tarde y cobró cinco libras. De esta manera arrancó una leyenda que se prolongó bajo el nuevo nombre de The Beatles y bajo una nueva formación que incluía a John Lennon, George Harrison, Paul McCartney y Ringo Starr.
A partir de aquel día, el cuarteto de Liverpool inició una larga relación con aquel local del número 10 de Mathew Street, concebido originalmente como club de jazz, en el que perfilaron su identidad musical.
La gran cantidad de actividad musical de Liverpool y Manchester logró que los productores musicales que nunca se habían aventurado a ver más allá de Londres, pusieran sus ojos en el norte.
En la década siguiente, acogió a una amplia variedad de grupos y artistas como Queen, que tocó en este lugar en 1970, The Rolling Stones, The Yardbirds, The Kinks, Elton John, The Who y John Lee Hooker.
De un sotano enladrillado a la eternidad
A Epstein se le atribuye la salida del batería Pete Best y también se le relaciona con el giro estético de los integrantes de la banda, que cambiaron sus chaquetas de cuero por corbatas; pero, sobre todo, consiguió un contrato discográfico para el grupo.
La última aparición de The Beatles en su club de referencia se produjo el 3 de agosto de 1963, pocos meses antes de embarcarse en sus primeros proyectos en Estados Unidos.
Para entonces ya habían publicado su primer álbum, logrado sus primeros números uno, como ‘Please please me’ o ‘From me to you’, y estaban a punto de conquistar el mundo con ‘She loves you’.
En enero de 1997, una estatua de John Lennon pasó a presidir la entrada del local, que en 2018 acogió un concierto de Paul McCartney, quien durante dos horas volvió a cantar sobre su escenario.
En la actualidad y como consecuencia de la pandemia, la mítica sala lucha por sobrevivir, y tal y como aseguraba en agosto a la BBC Bill Heckie uno de los directores del local, las medidas sanitarias impuestas por Gran Bretaña han afectado a la sala, haciendo que perdiera unos 33.110 euros.