La oficina de Kutxabank en Arangoiti, cerrada hace un año, no volverá a abrir sus puertas. La entidad bancaria argumenta que se debe a «la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos».
A consecuencia de una petición de EH Bildu, la comisión sociocultural del Consejo de Distrito de Deustu pidió a Kutxabank que reabriera la oficina de Arangoiti que habían cerrado hace un año. Se trata de la única sucursal bancaria que había en el barrio, y su cierre obliga al vecindario a tener que desplazarse a otras sucursales situadas en los barrios cercanos para poder realizar operaciones bancarias.
Sin embargo, Kutxabank se niega a volver a abrir la oficina. Según señala la entidad bancaria en su respuesta al Consejo de Distrito de Deustu, los motivos del cierre son «la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos y afrontar los nuevos retos de negocio y clientes».
Explican que «en pueblos pequeños y aislados donde la movilidad de los clientes es un obstáculo, mantienen sus oficinas para asuntos urgentes, pero en las zonas urbanas el proceso ha cobrado una dimensión mayor y está claro que hemos fusionado oficinas». Si embargo, aunque Arangoiti, con 5.000 habitantes, se encuentre en Bilbo, es un barrio con una accesibilidad compleja dado su altura.
Kutxabank argumenta que en este caso han decidido «potenciar» las oficinas del barrio de Deustu «dados los hábitos y la dinámica del cliente y el atractivo del centro de Deustu, que ha mejorado mucho la accesibilidad».
También señala que «un número cada vez mayor de clientes» utilizan los recursos remotos (banca por Internet y banca móvil), y que esta tendencia les lleva a «redefinir constantemente el modelo de red de oficinas. Asimismo, aseguran que se mantendrá el cajero automático de Arangoiti.
Vecinos de otros barrios también se han quejado por el mismo problema a través de las redes sociales.