Era poco menos que una final y la Real la ha superado con nota. En la que se presentaba como su última oportunidad para asegurarse en el puñado de equipos que pelean por una plaza de Champions, las donostiarras se han impuesto a un Real Madrid que llegaba a Zubieta defendiendo la tercera plaza. Un rival que se ha adelantado en el marcador con un golazo de la exblanquiazul Marta Cardona pero al que el equipo de Natalia Arroyo ha respondido con calma, juego y goles. La recompensa está en la tabla, con las donostiarras todavía séptimas pero a sólo cuatro puntos del tercer puesto que ahora ocupa el Atlético de Madrid.

El choque –correspondiente a la 15ª jornada y aplazado en su día por las consecuencias de la tormenta Filomena, que impidieron viajar al Real Madrid– ha empezado con una sorpresa, la presencia bajo palos de Mariasun Quiñones, que no había jugado desde el empate en Sevilla de diciembre. Y con una mala noticia porque las madrileñas, que han entrado mejor al partido, se han adelantado de inmediato. Tras probar a Quiñones un par de veces en los dos primeros minutos, en el diez ha llegado el gol de Cardona. Un golazo que fabricaba la propia extxuriurdin, entrando por banda derecha para limpiar de telarañas la portería con un magnífico zurdazo.

A la Real le ha costado reaccionar y, aunque se ha acercado a la portería de Misa en un par de estiradas, se veía por debajo de un rival cómodo y dominador. Pero precisamente cuando mejor se veía a las madrileñas, ha llegado el empate. Era el minuto 23 cuando Eizagirre ha filtrado un gran balón para que Franssi, incorporándose por la derecha, restableciera el empate con una buena definición.

Se ha igualado el encuentro también sobre el césped, e incluso ha ido decantándose del lado local, aunque el gran susto ha llegado en el área donostiarra, con un córner que se le ha complicado a Quiñones pero que por suerte ha acabado despejando la zaga.

La cosa seguía igual a vuelta de vestuarios pero la Real ha encontrado la manera de que cambiara: marcando en la primera ocasión que ha tenido. Se cumplía el minuto seis de la reanudación cuando Eizagirre recibía un balón desde la derecha para, a la media vuelta y a punto de caer, soltaba un zapatazo para firmar el 2-1.

El encuentro ha quedado en manos del equipo donostiarra. David Aznar ha buscado soluciones en el banquillo pero ni las titulares ni las suplentes madridistas han encontrado la manera de superar a un rival intenso y bien plantado, que ha evitado que Quiñones sufriera mientras esperaba la ocasión de sentenciar a la contra. Ha podido hacerlo Bárbara Latorre en una contra clarísima que le ha servido Eizagirre pero se ha dormido y Corredera ha acabado quitándole el balón. Por suerte no ha habido que lamentarlo y, sólo dos minutos después, Franssi aprovechaba un balón muerto en el área en un saque de esquina para establecer el definitivo 3-1.