El movimiento feminista ha sido más fuerte que las campañas de desmovilización de los últimos días y Euskal Herria ha vivido el primer 8 de Marzo con restricciones sanitarias de forma ordenada, pero exitosa. De esta manera, distintas manifestaciones han teñido de morado las cuatro capitales de Hego Euskal Herria, mientras que decenas y decenas de pueblos y barrios de todo el país también han acogido actos descentralizados por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Antes de las 19.00, cientos de manifestantes ya se empezaban a agolpar en las immediaciones de la Plaza Jesusen Bihotza, en Bilbo. Organizadas por las más de 100 mujeres responsables de la coordinación de la manifestación, las columnas provenientes de los barrios de la capital vizcaina han llenado rápidamente, en cuatro filas y respetando la distacia de seguridad, la Gran Vía bilbaina para dirigirse a través de ésta hasta el Ayuntamiento.
Durante el recorrido, las consignas feministas han compartido protagonismo con reivindicaciones de carácter antirracista y anticapitalista. Según Naia Torrealdai, de Bilboko Mugimendu Feminista, este año se ha querido poner de manifiesto la «base racista y colonial del sistema, sobre todo cuando hablamos de la cadena de cuidados». Así, tras un año de pandemia, Torraldai ha destacado que las mujeres cada vez están más «precarizadas» y que, actualmente, «el sistema no puede sostener la vida de la sociedad».
La reivindicación antirracista, en cambio, no se ha quedado en las consignas; encabezando la manifestación, diversos colectivos de mujeres racializadas, migradas y gitanas portaban la pancarta principal, en la que se podía leer «Sistema arrazista arrakalatu; tejiendo resistencias feministas». Así, al término de la manifestación, representantes de estas asociaciones han leído un comunicado en euskera y castellano para denunciar la doble situación de discriminación que viven las mujeres migrantes.
«Cuidarnos es una responsabilidad social que no puede seguir recayendo sobre los cuerpos de las mujeres, sobre una lógica de privilegios machista, racista y clasista», han criticado, añadiendo que en la maquinaria del sistema «se cruzan infinidad de violencias: por ser mujeres, por ser racializadas y por pertenecer a la clase trabajadora, entre otras».
Tal como ha explicado la portavoz de Bilbo Feminista Saretzen, Laura Agirretxea, el éxito de la convocatoria ha superado lo previsto por las propias organizadoras. De hecho, cuando la cabecera ha llegado al Ayuntamiento, iluminado de color morado para la ocasión, el final de la manifestación no había superado todavía la Plaza Moyua. Agirretxea también ha destacado el papel de las mujeres racializadas dentro del feminismo, ya que, según la portavoz, «son las que más opresiones están sufriendo ahora mismo, con jornadas interminables, exponiendo su salud y viendo mermados sus derechos laborales».
Finalmente, la manifestación ha concluido en el mismo Ayuntamiento con la actuación musical de La Basu y Sistada, poniendo de esta manera fin a un año de trabajo del movimiento feminista para lograr un 8 de marzo que, a pesar de todo y gracias a todas, ha teñido de nuevo Euskal Herria de morado.
8 de Marzo descentralizado
Alrededor de 3.000 personas han participado en la manifestación feminista de Donostia, encabezada por una pancarta con el lema en euskera «Feminismotik dena aldatu; sistema arrazista arrakalatu». Durante el transcurso de la marcha, la organización ha procurado que los manifestantes caminaran en tres filas para que se pudiera mantener la distancia de seguridad y evitar aglomeraciones. Del mismo modo, en Gasteiz miles de manifestantes han concluido la marcha en la Plaza de la Virgen Blanca tras una pancarta que rezaba «Gora borroka feminista, antikapitalista eta antiarrazista».
Por su parte, en Nafarroa, el 8 de marzo también se ha celebrado de manera descentralizada con actos en las principales ciudades y barrios. Miles de personas, convocadas por organizaciones sociales y colectivos feministas, han participado a lo largo de este lunes en concentraciones y manifestaciones organizadas para reclamar políticas de igualdad y medidas para que las mujeres puedan desarrollar «una vida digna».
Mientras en Iruñea se han celebrado distintas manifestaciones y actos institucionales, en Tutera unas 150 personas se han congregado en la plaza de los Fueros para participar en la concentración bajo el lema «Un mundo feminista para un planeta sostenible».