Desde el pasado 17 de febrero personas ultracatólicas, algunas de ellas relacionadas con el Movimiento Provida de Gipuzkoa, mantienen una concentración diaria de doce horas frente a una clínica ginecológica donostiarra autorizada para practicar abortos.
Bajo el lema “40 días rezando por la vida”, se van turnando desde las 9 de la mañana. Llevan así desde el 17 de febrero, el llamado Miércoles de Ceniza, y tienen previsto permanecer allí hasta hasta el 5 de abril, Lunes Santo.
Durante esas horas, estas personas permanecen con carteles en favor de la oración, de la vida y en contra del aborto, algunas incluso portando rosarios.
En algunos casos, cuando se encontraba un grupo más numeroso, han increpado a las personas que acudían a la clínica, ya fueran trabajadoras o pacientes, con gritos como «Asesinos».
Ante esta situación, en los últimos días ha comenzado a levantarse un movimiento de solidaridad con las trabajadoras y personas que acuden al centro, más potente numéricamente que el ultracatólico.
De hecho, ya hay un colectivo de mujeres donostiarras que se reúne allí todos los días de 18:00 a 19:00 horas.
EH Bildu de Donostia también se ha sumado con otro turno, este mismo viernes.
Donostiako EH Bildu txanda bat egiten ari da Amarako talde feministek abortatzeko eskubidearen alde antolatutako eguneroko kontzentrazioan. Izan ere, duela aste batzuetatik talde ultrakatoliko bat biltzen da Easo kalean, Askabide Klinikara jotzen duten emakumeak jazartzen. pic.twitter.com/efFEBzZ2AS
— EHBildu Donostia (@HiriBizia) March 12, 2021
Otro tanto han hecho estos días el grupo feminista del instituto, Amarako Talde Feminista y otras entidades.
El pasado 8 de Marzo la concentración feminista en el mismo lugar fue más numerosa, aunque en esa ocasión la representación del catolicismo ultra se dio un descanso y no acudió.
#M8 #martxoak8 #8M2021 #Donostia @HamaikaTb
— Ekhi Atorrasagasti Ugarte (@dra_ekhill) March 8, 2021
Antiabortista ultrakatolikoen elkargunea ekintzaile feministez bete da gaur.#Askabide klinikaren parean zientoka emakumek haurdunaldia baldintza duinetan eteten duten osasun etxearen aurrean hain zuzen ere.https://t.co/sLRRG39Y61 pic.twitter.com/l3iYR9lKDL
Malestar en el centro
La directora del centro Askabide en Donostia, Naroa Iturri, en declaraciones a “Noticias de Gipuzkoa”, reconoce que la situación es «desagradable, sobre todo para las mujeres que vienen a interrumpir el embarazo. Ya de por sí se acercan con cierto desgaste psicológico por la propia situación que están atravesando, como para tener que escuchar ‘Rezaremos por ti y por tu bebé’ o ‘No peques’».
Iturri recuerda que «no hay una sola mujer que venga por gusto, puesto que es una decisión tomada después de una reflexión difícil».