La entrevista con Aihen es especial porque el entrevistador lo conoció al embarcarse con el trabajador de la Real Xabi Abaskal en un proyecto que buscaba que los chavales de Tolosaldea tuvieran las mismas opciones de jugar a fútbol que en el resto de Gipuzkoa y con él vino a ayudarnos al Danena a levantar una estructura que no tenía equipos ni instalaciones.

¿Te acuerdas de tu primer año en la Real en la temporada 2011-12, que con 14 años nos echaste una mano en el Danena con Adrián Lapeña, ahora en el Castellón?

Teníamos 14-15 años, estábamos en la residencia solos con Xabi, sin los padres, y él siempre estuvo para ayudarnos. Nos propuso ir con él a ayudar los jueves que no teníamos entrenamiento para desconectar y me lo pasé muy bien. Me acuerdo que era un campo pequeño, de hierba natural, con barro, y no era muy consciente de lo que suponía, pero todo lo que ha sido fútbol me atraía y también echar una mano y acompañar a Xabi, que era nuestro padre y nuestro mejor amigo. Iba encantado.

¿Cómo decides venir tan joven desde Nafarroa y cómo ha sido tu evolución desde entonces de extremo a lateral izquierdo?

Me acuerdo que en infantiles vine a hacer pruebas a la Real a unos entrenamientos, volví al equipo de Zizur Mayor, que estaba convenido con Osasuna, que se portó muy bien y no puso ningún problema para que en cadetes de primer año fichara porque la Real estaba interesada y llamaron a mis padres.

Siempre he sido extremo o interior izquierdo hasta el año de Tercera, que me rompí la rodilla. Después de la recuperación, Iñigo Cortés, que era el entrenador del segundo filial, me empezó a poner de lateral. Ya empecé a jugar ahí en el segundo juvenil, también con Iñigo, que recuerdo la anécdota de que me enfadaba porque no me gustaba defender, pero acabó siendo mi puesto y cuando subí al Sanse ya jugué siempre de lateral.

El primer año en el Sanse coincides por vez primera con Imanol y juegas el play-off de ascenso...

El último año de juvenil lo hice en el Berio y el primero senior me rompo la rodilla y solo juego los últimos cuatro partidos con la Real C. El siguiente año juego en el Sanse unos partidos y al final nos eliminó el Fuenlabrada...

Y el segundo año en el Sanse debutas con el primer equipo en el Bernabéu y acabas como titular por delante de Theo...

Fue el regalo de Reyes, el 6 de enero. Me tocó un buen escenario, salió todo bien y no me puedo quejar. Luego fue todo tan rápido que no me daba ni cuenta. Lo disfrutaba mucho. No sé si fueron once partidos, acabé jugando y casi nos metemos en Europa, que nos lo jugamos en el último partido contra el Espanyol. Fue rápido y bonito.

Llevas con Imanol desde el Sanse, ¿qué destacarías de él?

Es un entrenador muy cercano que siempre te da soluciones en cuanto al juego táctica y técnicamente para mejorar y para aprender. Lo tuve en el Sanse y sé cómo quiere entrenar y cómo quiere que compitamos los jugadores. Siempre ha estado disponible para ayudar a los chavales de la cantera.

Parecía que fichar a un jugador del nivel de Monreal podía cortar tu progresión, pero llevas 38 partidos estas dos temporadas.

Todos queremos jugar más habitualmente y yo estoy siempre preparado para cuando me ponga Imanol, pero he jugado estos dos años bastantes partidos y estoy contento con lo que hago y con lo que confía en mí el club. Al final Imanol confía en todos y, cuando sale un jugador, lo hace bien y aprovecha su oportunidad. Me ha tocado así, intento estar disponible para cuando quiera Imanol y ahora me está tocando enlazar algunos partidos y ganas confianza. Me limito a estar disponible para cuando quiera el entrenador.

Monreal jugó en Osasuna desde 2007 al 2011. ¿Igual lo viste jugar en El Sadar?

Esos años, antes de venir a la Real, fui dos o tres temporadas socio de Osasuna y allí estaba, aunque no lo recuerdo jugando en El Sadar porque yo era pequeño, pero he seguido toda su trayectoria. Al ser los dos navarros, lo conozco desde siempre y ha sido una referencia mía. Nacho es un jugadorazo, tiene una experiencia increíble. Es un jugador que todos los partidos compite a un gran nivel. Es una gozada tener en mi lateral a Monreal y poder aprender de él.

¿La derrota de Granada unida a las dos victorias de esta semana del Sevilla alejan la cuarta plaza a nueve puntos y obligan a pensar en la quinta como objetivo?

Para nosotros el objetivo siempre es ir partido a partido. Lo que tenemos que hacer es acabar con los máximos puntos posibles y, cuando acabe la temporada, veremos dónde estamos y lo valoraremos. No obsesionarnos con el resultado porque no es el camino, sino prepararnos hoy bien para mañana estar satisfechos de lo que hacemos.

¿Cuesta centrarse en el partido del domingo contra el Barcelona con la final de Copa tan cerca?

Nosotros lo que estamos diciendo y lo que estamos haciendo es ir partido a partido. Lo de Granada fue una pena, ellos hicieron su partido. No conseguimos ser tan fluidos como otros encuentros, pero el equipo compite muy bien y, con una final de Copa por delante, estamos muy preparados. Quedan unas semanas, ahora viene el Barcelona, que sabe la dificultad de jugar en Anoeta. El equipo está enchufadísimo para volver a ganar en Liga al Barcelona, lo que nos daría un plus para la final de Copa y serían tres puntos importantísimos para seguir arriba.

Aunque lo primero es el partido contra el Barcelona, es inevitable preguntar por la final de Copa cuando solo quedan quince días para un partido histórico...

Para nosotros es un encuentro especial y para la Real jugar una final y siendo además un derbi es un partido muy importante y estamos con muchas ganas de jugarla y de ganarla.

Cuando el primer equipo masculino lleva 34 años sin ganar un título y 33 sin jugar una final, ¿sentís presión o lo veis como una oportunidad de disfrutar?

Presionados no estamos, tenemos muchas ganas de jugar una final y es muy importante. Nos estamos preparando, aunque quedan tres semanas para jugar la final, y esperamos conseguir traer la Copa para Donostia.

Además es la primera final de Copa entre dos equipos vascos y eso le da un carácter especial.

Es verdad, es un derbi y que haya una Copa en juego lo hace un encuentro muy especial. Será un partido muy competido, pero haciendo nuestro juego estaremos muy cerca de ganar.

¿Qué destacarías del Athletic tras la llegada de Marcelino al banquillo?

Su juego. Saben a lo que juegan, son muy duros, muy rápidos adelante, y seguramente nos pondrán un partido muy difícil e intentaremos también nosotros ponérselo difícil a ellos.

¿La clave de la final estará en saber quién impone su estilo de fútbol sobre el otro?

Tenemos dos estilos muy diferentes y sabemos que si hacemos nuestro juego estaremos más cerca del título. Si tenemos el balón nosotros tendremos muchas opciones de ganar.

¿Has soñado con la final de Copa y con levantar el trofeo después del encuentro?

He soñado muchas veces, pero en los últimos días no. Primero vamos a jugar el partido contra el Barcelona y luego empezaremos a soñar con la final.