Rusia ha acusado a Londres de violar el Tratado de no proliferación nuclear después de que haya aumentado en un 40% su tope de cabezas nucleares de reserva. «Esto es una violación del Tratado de no proliferación y de muchos otros acuerdos que dicen que solo debe haber una reducción del número» de ojivas, ha afirmado el diplomático, en declaraciones a la emisora LBC.

El pasado 16 de marzo, el Ejecutivo conservador anunció que aumentaba hasta 260 el número máximo de ojivas que puede tener de reserva, sin especificar el número concreto que almacenará, frente al tope anterior de 180, como parte de su nueva estrategia de política exterior y de defensa.

Al presentar el informe conocido como de ‘Revisión Integrada’, el Gobierno identificó además a Rusia como «una amenaza» para Gran Bretaña, mientras que consideró a China un riesgo pero también un posible socio comercial.

Kelin ha dicho que, en el documento, Londres «menciona a Rusia catorce veces como una amenaza aguda», pero «no hay ni una sola prueba o explicación para esa formulación».

El embajador ha supuesto que esa visión del Estado ruso se basa en el envenenamiento en 2018 del agente doble Sergei Skripal y su hija en el pueblo inglés de Salisbury (ambos sobrevivieron), que Londres atribuye a Moscú pero que Rusia niega, y que el diplomático considera acusaciones «sin fundamento» y «falsas».

Kelin ha señalado que, aunque la relación política, en su opinión, «está casi muerta», Gran Bretaña y Rusia deberían «relanzar su relación económica», especialmente ahora que, tras el Brexit, Londres busca nuevos socios comerciales. «Tenemos mucho que ofrecer si están interesados», ha declarado.