Joseba Iturria
Periodista deportivo. Real Sociedad y ciclismo
Entrevista
Jesús Zamora
Campeón de dos ligas y la Copa de 1987

«En las finales no hay que pensar mucho, solo en ganar con tus argumentos y como sea»

Jesús Zamora vivió las dos últimas finales de Copa de la Real en 1987 con victoria en los penaltis ante el Atlético de Madrid y en 1988 con derrota ante el Barcelona, y considera clave el aspecto mental, la cabeza, para poder ganarlas.

Jesús Zamora ha sido protagonista en los dos títulos de Liga y en las últimas dos finales de Copa de la Real. (Maialen ANDRES/FOKU)
Jesús Zamora ha sido protagonista en los dos títulos de Liga y en las últimas dos finales de Copa de la Real. (Maialen ANDRES/FOKU)

El autor del gol de Xixón que dio a la Real la primera Liga y de uno de los tantos en la victoria contra el Athletic en la segunda lamenta que la afición no pueda disfrutar de la final como en aquellos años en los que además ganó una Supercopa en Atotxa ante el Real Madrid. No comparte el pesimismo de parte del entorno blanquiazul. Confía en la Real y espera que sepa adaptarse a las diversas circunstancias que puedan plantear el partido y el rival.

¿Qué recuerdos tiene de sus dos finales?

Haber ganado los títulos anteriores te da mucha experiencia y la comunión de la afición con los jugadores y el equipo se vive de otra manera, con más tranquilidad. Cuando llegamos a las finales de Copa teníamos un camino andado. Te enfrentas a una final de Copa viniendo de donde venimos, con una ventaja. Ese título no se había conseguido, pero ya vienes con otras sensaciones, psicológicamente lo ves de otra manera.

En la primera consiguen ganar en la prórroga...

En el partido contra el Atlético de Madrid ves que puede pasar cualquier cosa. Nadie iba de favorito. El Atlético tenía una plantilla mayor, nosotros todos de casa. Había cambiado el equipo, no estábamos los mismos, pero la experiencia estaba. El enfoque que hicimos fue que teníamos una oportunidad de lograr otro título e íbamos a ver qué pasa.

Teníamos jóvenes sin experiencia contra un equipo con gente de fuera, que no eran de la cantera como todos nosotros. Estábamos en inferioridad, pero veníamos de donde veníamos y eso nos daba una experiencia que supimos usarla bien. Ganamos esa final en la prórroga. Cuando te empatan a dos en el minuto 80 te hacen daño. Vamos a la prórroga y nosotros estábamos más cansados. Tenían un banquillo mejor con jugadores como Quique Setién o Julio Salinas y ganamos el título por aguantar el resultado después del empate para ir a los penaltis. No sé si tuvieron ellos alguna opción en la prórroga, les aguantamos bien y en los penaltis nos llevamos el título.

Y la segunda se pierde en una final dolorosa...

Estábamos en una temporada extraordinaria detrás del Madrid de Míchel, Butragueño, que tenía un equipazo, pero estuvimos a la altura, quedamos segundos en Liga e hicimos una Copa muy buena y les eliminamos. En la final íbamos de favoritos, pero la experiencia de lo anterior no nos valió mucho. No sé por qué. El Barcelona venía en un mal momento. Si no ganaban la Copa no se clasificaban para Europa. No hicieron mucho, pero nosotros tampoco. Además el Barcelona quería fichar a jugadores nuestros y eso no es lo mejor para la estabilidad y la tranquilidad, pero ese partido no lo jugamos bien.

¿Cree que influyó el traspaso de Bakero, Begiristain y López Rekarte al Barcelona?

No sé ni si ellos sabían algo. Yo creo que hicieron lo que pudieron. Son esos partidos que vas con todo a favor y no supimos jugarlo. Ellos nos sorprendieron con la línea adelantada del fuera de juego que no supimos contrarrestar y no sé si tuvieron alguna ocasión además del gol, nosotros tuvimos más, pero no acertamos. Quizás era la más fácil de las dos finales y no la ganas y la más complicada sí.

Es una pena la pandemia porque llevamos un año y medio muy bueno y la gente no puede ir al campo a vivirlo ni salir a la calle

¿Igual ahora la ilusión es mayor porque son 34 años sin ganar un título?

La gente se ilusiona mucho con estas cosas. La ilusión es terrible porque son 34 años, es una pena que estemos en esta situación de pandemia porque llevamos un año y medio muy bueno en todos los aspectos y la gente no puede ir al campo ni expresarlo en la calle. No se puede hacer lo que se hizo cuando ganamos los títulos y los jugadores no pueden vivirlo. Tienes esta oportunidad, que no sabes cuando vendrá otra y es terrible que nos pase esto en este momento.

En Zaragoza había mucha gente, mucho calor, era un 27 de junio, y la gente lo vivió con la libertad que ahora no tienes. Es la gran diferencia. Es un pequeño desastre. Nosotros lo vivimos muy bien. Habíamos ganado la Liga, la Supercopa y ahí logramos la Copa. Nos faltó solo algo europeo, que estuvimos cerca, pero no se puede pedir más. La afición aquellos años estaba supercontenta con lo que conseguimos.

¿Es una presión extra estar 34 años sin ganar un título?

Las generaciones que han venido después llevan 34 años sin nada que te haga seguir esa línea, aunque hemos estado dos años en Champions, dos veces segundos, algunas en UEFA... Pero son 34 años y no son muchas participaciones en el alto nivel.

El Athletic ha jugado varias finales, posibilidades de títulos. Eso sí se nota. En la Supercopa contra el Real Madrid y el Barcelona les ganaron y es porque en el transcurso de los años han tenido esas posibilidades. Nosotros llevamos 34 años sin una final y eso tiene su importancia, aunque no sé hasta qué punto influye no estar en esas peleas más continuamente.



¿Nota pesimismo alrededor de la Real antes de la final?

Sí parece que hay un poco de pesimismo y no lo entiendo. El 1-6 contra el Barcelona es un mal día en la oficina como dijo alguien, pero tienes diez días para refrescar la cabeza. Nos vamos a jugar otra cosa. Es otro partido, no tiene nada que ver y a jugar con nuestros argumentos, que son diferentes a los de ellos. En mi vida, sobre todo en el deporte, la cabeza, el estado psicológico es lo que decide todo. El físico, lo técnico, lo táctico, la estrategia a balón parado, eso se conoce, lo trabajas, entrenas, pero en el aspecto psicológico cada uno tiene un mundo.

La cabeza es lo más importante, llegar fresco. Tenemos una oportunidad inmejorable. Nos hemos merecido estar aquí y vamos a por el partido. Se puede ganar o perder, pero siguiendo con nuestras armas, nuestra forma de ver el fútbol. No pensar que puedes perder. Es un partido de fútbol, te juegas un título y te tienes que mentalizar para jugar para ganar. Luego pasará lo que tenga que pasar y no hay que darle más vueltas. Confiar en ti mismo y en el grupo para hacer las cosas.

En el título del 87 crearon la Copa de la Liga para alargar la temporada y fue un desastre. Llegamos más cansados. Jugamos un 27 de junio, que estás de vacaciones, con un calor terrible, que no podías ni respirar. Recuerdo hablando con John Toshack y le decía que llegaba cansado, tenía 34 años, pero no salí pensando en eso. Salí pensando que hemos llegado y vamos a intentar ganar. Me cambiaron y el cambio fue positivo y correcto. El entrenador sabía mi situación y ya está. Parece sencillo, pero la experiencia de lo de antes te hace jugar con más tranquilidad. Nos puede faltar eso.

¿Cómo puede afectar preparar la final sin cinco internacionales?

Les puede ayudar a desconectar tras el 1-6 de Barcelona, pero está el cansancio. Los viajes no vienen bien, me hubiera gustado que estuvieran aquí descansando y entrenándose. Psicológicamente les viene bien no estar con el tema metido, en el físico no lo tengo claro, pero para mí lo que se juega es con la cabeza, que manda a las piernas, no las piernas a la cabeza.

Creo que la Real tiene todos los ingredientes para poder ganar el partido. Yo creo en mi equipo, en lo que ha hecho


¿Cómo ve al Athletic?

Las sensaciones que da en el campo son muy buenas, los resultados igual no tanto. Hay un cambio bastante grande, una idea clara de cómo jugar, de donde aprieta... Hay una mejoría importante, por eso parece que el Athletic es otro. Si jugamos el partido el año pasado estaría 70%-30% a nuestro favor y ahora 50%-50%. Cada uno tiene su forma de jugar y el que domine mejor eso y anule al otro se llevará el partido. En las finales no hay que pensar mucho, solo en ganar con tus argumentos y como sea.

Vas a jugar a fútbol y cada uno con lo suyo. Nosotros somos más combinativos, saliendo desde atrás. Ahí somos mejores y ellos son mejores en lo físico, apretando y en intensidad. No sé cómo plantearán el partido porque se conocen muy bien. Nosotros deberíamos tener cuidado si aprietan arriba y tener otra forma de jugar alternativa.

Una final es un partido de 90-120 minutos y no hay más. Los errores se pagan caros, tienes menos tiempo para solucionarlos y te juegas el título. No es como en la Liga, que se puede tener un error y subsanarlo. En una final hay que minimizar los errores y si aprietan tienes que cambiar. Hay que alternar las formas de jugar. El Athletic va a hacer lo mismo. Si puede apretará arriba y, si no consigue recuperar, se replegará. Te tienes que adaptar a las circunstancias. Por eso una final es tan cara ganarla.

Creo que el equipo tiene todos los ingredientes para poder ganar el partido. Yo creo en mi equipo, en lo que ha hecho. Ellos dirán lo mismo, pero tienes que entrar con esa mentalidad. Es el único partido que existe. No hay antes ni después.

¿Que sea un derbi es especial?

Le da otro punto a la Copa. Los dos equipos son vascos, se conocen más los jugadores, que han estado aquí y allí, se tiene más ganas de ganar por la rivalidad... Todas estas características hacen diferente una final y si hubiera público sería un añadido más, las dos aficiones vascas habrían llenado Sevilla.