El PSG se ha vengado de la última final de Champions al vencer en Münich (2-3) al actual campeón, fruto de la pegada de Mbappé y de las asistencias de un inspirado Neymar. Con la presencia de la nieve como una de las protagonistas del partido, el Bayern ha tenido infinidad de oportunidades, pero ha echado de menos la presencia de Lewandowski en el área.
Y es que los parisinos han golpeado muy pronto. Con apenas tres minutos en juego, el jugador franquicia de los visitantes ha sacado provecho de una contra muy bien llevada por Neymar, además de la colaboración de Neuer, que se ha tragado el balón a romper que ha chutado Mbappé.
Fiel al estilo de juego que tantas satisfacciones le ha dado en este último año, el Bayern ha puesto cerco a la portería de un Keylor Navas, que ha sido salvador para evitar el empate. Sendas estiradas del guardameta costarricense a un cabezazo de Goretzka y un disparo duro de Pavard han impedido la igualada.
No solo eso, sino que han propiciado el 0-2 del PSG, cuando Neymar se ha vuelto a sacar un pase preciso con la izquierda a un Marquinhos entrando desde atrás y rompiendo el fuera de juego de una defensa bávara que ha salido en bloque, pero a destiempo.
El brasileño, que instantes después se ha retirado lesionado –ha entrado Ander Herrera en su lugar–, no se ha puesto para nada nervioso ante Neuer y ha anotado como si de un ariete experimentado se tratase, rozando la media hora de encuentro.
Este nuevo contratiempo sí que ha noqueado por unos minutos a los anfitriones, que han encontrado el camino del gol en un centro de Pavard que Choupo-Moting ha cabeceado picado lejos del alcance de Navas.
Unos primeros compases más equilibrados tras el descanso –Neymar ha tenido un infructuoso mano a mano con Neuer– han dado paso al ataque en tromba germano, que ha permitido de otro testarazo, esta vez de Müller, tras falta lateral botada por Kimmich, obrar un empate que hacía justicia a lo que se había visto hasta el momento sobre el césped.
Sin embargo, a Mbappé le basta con un balón suelto para llevar el pánico sobre la zaga rival. Una pelota recogida en medio campo le ha servido para encarar a Boateng –sustituto de Süle– y colocarla pegada al poste pasando por entre las piernas del defensor en el minuto 68.
Con más de veinte minutos por delante, el Bayern lo ha intentado de todas las maneras posibles y ha encerrado al PSG en su área, pero ni Choupo-Moting, ni Alaba, ni Müller han estado resolutivos en las claras ocasiones de que han dispuesto.
Los de Mauricio Pochettino cobran ventaja en cuartos, pero que nadie dé por muerto al actual poseedor del título. Con un poco más de acierto, puede darle perfectamente la vuelta a la eliminatoria en París.
Estadísticas del Bayern-PSG (2-3)
El Chelsea no perdona
Aunque en un choque de bastante menos calidad, algo similar ha ocurrido en el Pizjuán, donde el Chelsea ha penalizado los errores atrás (0-2) de un Oporto que ha hilvanado, pero no ha estado todo lo fino que necesitaba en los metros finales.
De un comienzo con los londinenses en plan dominador se ha pasado a una fase en la que el conjunto luso se ha hecho con el mando del envite, triangulando bien y llegando a los dominios de Mendy, pero sin saber cómo superar al excancerbero del Rennes.
Al contrario que un Chelsea que, a la primera que ha tenido, la ha transformado en el 0-1. Mount ha recogido un pase interior con un reverso que ha dejado atrás a su marcador y ha materializado de tiro cruzado ante la inútil estirada de Marchesín.
El marcador adverso ha espoleado al Oporto, que ha dispuesto de una magnífica ocasión al filo del descanso, pero César Azpilicueta, siempre bien colocado, ha sacado el cuero bajo palos para evitarle la alegría al adversario.
El segundo periodo ha sido casi un calco del primero, aunque ha habido oportunidades por ambos bandos. Marega, por partida doble, y Luis Díaz han podido igualar la contienda, del mismo modo que Werner, Azpilicueta y Pulisic ampliar la ventaja.
Ha sido Chilwell, a cinco minutos para la conclusión, quien ha puesto el pase en bandeja a los blues, al aprovecharse de un fallo defensivo portugués, irse en velocidad y driblar a Marchesín para anotar a puerta vacía el 0-2. El Chlesea tiene a tiro volver a plantarse en semifinales.