NAIZ

Madrid evita corregir al exjefe policial que habló de «romper mentalmente» a detenidos

En respuesta a una pregunta de EH Bildu sobre las declaraciones del exjefe de la Policía española en la CAV en las que hablaba de «romper mentalmente» a detenidos, el Ejecutivo español se limita a contestar que las FSE «tienen como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades».

Enrique Pamies, ex jefe superior de la Policía española en la CAV, con un ejemplar del libro que relata sus andanzas. (Fabián SIMÓN/EUROPA PRESS)
Enrique Pamies, ex jefe superior de la Policía española en la CAV, con un ejemplar del libro que relata sus andanzas. (Fabián SIMÓN/EUROPA PRESS)

El Ejecutivo español ha optado por pasar de puntillas por las declaraciones del comisario jubilado Enrique Pamies, ex jefe superior de la Policía española en la CAV, en las que, preguntado por la tortura, afirmó que «tienes que romper mentalmente» a detenidos para cuenten la verdad. 

Este es el extracto concreto de la entrevista que Pamies ofreció a ‘ABC’ el pasado 14 de febrero, y su respuesta. 

«¿Cree que en algún momento se pudieron justificar las torturas?

No, por una razón lógica de inteligencia. A ti lo que te interesa e que el tío cuente la verdad y con torturas no te va a contar la verdad. Llegará un momento en que te cuente lo que tú quieras. Tienes que romperle mentalmente. Lo que no puede ser es un interrogatorio en el que el malo esté más descansado que tú».

A raíz de esas palabras, el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu preguntó al Gobierno español si considera «que hay que romper mentalmente a las personas detenidas» o «cuál es el procedimiento para no dejar descansar a las personas detenidas que van a ser interrogadas».

En su respuesta, el Ejecutivo, lejos de afear las palabras del comisario jubilado y rechazar expresamente la práctica de malos tratos como la privación del sueño, opta por salirse por la tangente: 

«En relación con las cuestiones formuladas, se informa que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE), tienen como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades, así como garantizar la seguridad ciudadana. Para ello, se adoptan las medidas necesarias para el cumplimiento de los citados cometidos, con pleno respeto a la Constitución Española y resto del ordenamiento jurídico».

«Por otro lado –prosigue–, cabe indicar que cualquier actuación de miembros de las FCSE que no se ajuste al ordenamiento jurídico vigente, necesariamente, lleva aparejada la activación por parte del Estado de los mecanismos establecidos para proceder a depurar las responsabilidades penales y administrativas que procedan».

Guerra sucia, cierre de ‘Egin’...

Pamies, condenado por la Audiencia Nacional en el denominado ‘caso Faisán’, concedió a ‘ABC’ la citada entrevista con motivo de la publicación del libro ‘Cómo luche contra ETA. De los años de plomo al Caso Faisán’, firmado por el periodista de ‘Abc’ y otros medios Pablo Muñoz y Antonio Sala, en el que se narran las andanzas del que fuera jefe superior de la Policía española en la CAV.  

Sus palabras sobre la tortura no fueron, sin embargo, anecdóticas. En su libro habla, entre otras cuestiones, del GAL y de la disposición que tuvo, «como casi todos entonces», de formar parte de ese grupo. 

«La lucha antiterrorista supone andar descalzo por un filo que corta. En un lado está la legalidad y en el otro la ilegalidad. Para poder avanzar, unas veces hay que apoyar el pie en uno de los lados y otras en el otro. Es mentira que solo con el Estado de Derecho se acaba con el terrorismo. Quien diga lo contrario falta a la verdad o no sabe de lo que habla», dice también Pamies. 

Además, el libro cuenta también cómo vivió el cierre del diario ‘Egin’, ordenado por el juez Baltasar Garzón y llevado a cabo por la Policía española en la madrugada del 15 de julio de 1998. Compara ese episodio, por su magnitud, con el «desembarco de Normandía» y relata que tenían la orden de dejar inservible la rotativa. Como desconocían su funcionamiento, disfrutaron golpeando la maquinaria con barras de metal hasta dejarla inutilizable. 

Cabe recordar que con la sentencia final del Supremo en la mano ‘Egin’ se cerró ilegalmente, puesto que al decaer la solicitud de ilicitud y disolución de Orain S.A. no había asidero jurídico para ello.