La escuadra rojilla no ve puerta desde finales de febrero en Mendizorrotza, condición obligada para sumar triunfos y demasiado tiempo para un equipo que está pugnando por lograr la permanencia matemática cuanto antes.
Solo su solidez defensiva –no ha encajado en las últimas tres jornadas– le ha permitido seguir sumando y mantener la distancia sobre el descenso, pero en el seno de la plantilla osasunista se es consciente de que ya apura lograr una victoria.
El problema es que ese deseo coincide con una de las salidas más complicadas de la temporada, ante un Villarreal que ya ganó con mucha comodidad en El Sadar y que ahora encadena nada menos que seis triples consecutivos, repartidos entre competición liguera y continental.
Los de Unai Emery vienen de ganar a domicilio en Zagreb –están a un paso de las semifinales de la Europa League–, en un partido de alto desgaste, lo que puede ser una baza para los intereses visitantes, de cara a sumar en el estadio de La Cerámica.
Además, el técnico osasunista, Jagoba Arrasate, recupera a algunos futbolistas básicos en su esquema, como sucede con Moncayola, después de haber cumplido un partido de sanción, sumado al hecho de que Chimy Ávila vaya acumulando minutos.
Es en el delantero argentino donde están puestas algunas de las esperanzas para que el cuadro navarro acabe con su ceguera de cara al marco contrario, ya que Calleri, Budimir, Gallego y Adrián parecen haber perdido su olfato goleador.
Osasuna no vence en el estadio villarrealense desde hace algo más de once años –venció entonces con un doblete de Juanfran– y en sus últimas cinco visitas solo ha sacado un punto, un 1-1 logrado hace nueve años, con gol de Raúl García.
El triunfo del Huesca ha apretado las cosas por la parte baja y el margen respecto a las posiciones de descenso es de cinco puntos. A la espera de lo que hagan otros conjuntos que pelean por la permanencia, una derrota rojilla les puede poner en una situación bastante más delicada y haría que el próximo Osasuna-Elche tenga el cariz de final.
Arrasate confía en su equipo fuera de casa
Arrasate ha puesto su confianza en el hecho de que el equipo «fuera de casa está siendo serio, fiable y difícil de batir», para obtener un resultado positivo en Villarreal, que pasa por que la escuadra navarra vuelva a ver portería.
«Cuando se habla de que te falta gol no es que te falte gol en sí, sino varias cosas para llegar a ello, como tener más fluidez, más precisión, más confianza, mover más rápido…», ha admitido el preparador de Berriatua.
Ha añadido que «hacemos autocrítica y sabemos que lo podemos hacer mejor y más cosas con balón. Estamos trabajando en eso. De momento, nos da para ser competitivos, pero para ganar hace falta algo más».
Arrasate ha avisado de que el Villarreal «es el equipo de la Liga que mejor se asocia» y de que, «a nivel defensivo y táctico nos van a exigir la perfección y, además, tienen a un futbolista en estado de gracia que está siendo diferencial. Nos van a llevar al límite».
Ha calificado a Gerard Moreno como «el mejor jugador de la Liga ahora mismo», todo un obstáculo para sumar más puntos a los 31 del casillero rojillo, «que no son suficientes» para mantener la categoría, de ahí que los suyos deban seguir «mentalizados» para continuar su «propio camino».