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Caixabank plantea cerrar 1.534 oficinas y despedir a 8.291 empleados, 135 en Hego Euskal Herria

La dirección de Caixabank ha anunciado que, tras la integración de Bankia, pretende recortar su plantilla en 8.291 personas –135 en Hego Euskal Herria–, lo que supone un 18,67% de empleados del banco en el Estado español, y cerrar 1.534 oficinas, el 27,2%.

Interior de la sucursal de Caixabank en la avenida Carlos III de Iruñea. (Iñaki PORTO/CAIXABANK)
Interior de la sucursal de Caixabank en la avenida Carlos III de Iruñea. (Iñaki PORTO/CAIXABANK)

Tras la fusión con Bankia, CaixaBank cuenta actualmente en el conjunto del Estado español con 44.400 empleados, sin contar personal de las filiales, que no están afectadas por el ajuste, y dispone de 5.639 oficinas en el territorio.

Este martes estaba marcado en rojo en el calendario, puesto que ya se esperaba que la dirección diera a conocer el alcance del ERE.

No obstante, la cifra comunicada este martes ha sido algo más contundente de la esperado por los sindicatos, que creían que el ajuste podía situarse entre los 7.000 y 8.000 afectados, y finalmente ha superado la barrera de los 8.000.

Según han detallado las centrales sindicales, en Hego Euskal Herria se plantean 135 despidos: 66 en Nafarroa –donde La Caixa fagocitó a la CAN–, 24 en Araba, 23 en Bizkaia y 22 en Gipuzkoa.

La Comunidad de Madrid, con 1.511 despidos; Andalucía, con 1.051; la Comunitat Valenciana, con 942, y Catalunya, con 754, son los territorios más afectadas por el ERE y concentran más de la mitad de los despidos previstos (el 51,3 %) por la entidad.

El banco justifica este plan de ajuste, que llevará aparejado el cierre de 1.534 sucursales en el Estado español, de un total de 5.639, por causas «productivas y organizativas» derivadas, principalmente, de la fusión entre CaixaBank y Bankia, y de la realidad del mercado, tanto por la persistencia de tipos de interés negativos como del avance de la digitalización de los clientes.

La entidad ha explicado a los representantes de los trabajadores que tratará de que las salidas se basen en la voluntariedad y que, en caso de que no sea posible conseguir el objetivo mediante esta fórmula, se realizarán por criterios de méritoss, con el reto de que se mantenga el mayor talento posible en el banco, independientemente de la edad.

CaixaBank anunció a principios de mes su intención de iniciar un procedimiento de despido colectivo, previsto en el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores, con afectación a todos los centros de trabajo de la entidad, así como la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, de acuerdo con el artículo 41 de dicho Estatuto.

El banco ha anunciado en reiteradas ocasiones su intención de que este ajuste de plantilla se realice de forma no traumática y primando la voluntariedad. El objetivo es tener cerrada la negociación a finales del segundo trimestre del año.

La entidad, presidida por José Ignacio Goirigolzarri y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar, suma 623.800 millones de euros en activos totales en el Estado español, lo que la convierte en el banco de mayor dimensión del mercado doméstico.

El recorte de personal y de oficinas, para aprovechar las sinergias de la fusión, es uno de los grandes retos que tiene el banco este año junto a la integración tecnológica. 

Más despidos

Además de la citada entidad, el BBVA acaba de empezar a negociar con los representantes de los trabajadores un despido colectivo que algunos analistas calculan que podría afectar al menos al 10% de sus trabajadores en el Estado español, lo que supondría el recorte de unos 3.000 puestos.

De confirmarse esta cifra, solo CaixaBank y el BBVA estarían suprimiendo casi 11.300 puestos de trabajo este año de su red y sus servicios centrales en el Estado, a los que habría que sumar unas 1.500 salidas tras la fusión de Unicaja Banco y Liberbank.

Es decir, los recortes de plantilla irían ya por los 12.800 y alcanzarían los 18.175 trabajadores si se tienen en cuenta los más de 3.500 empleados que se verán afectados por el ERE acordado a finales del pasado año por el Banco Santander y los sindicatos, y los 1.875 del ajuste previsto por el Banco Sabadell.