La entrada en acción de dones plantea cambios en la estrategia del Polisario
La reciente muerte de Dah al Bendir, jefe de la Guardia Nacional del Frente Polisario, por un ataque aéreo dirigido por un dron deja en el aire varias cuestiones sobre estrategia militar y legalidad internacional.
Nos enfrentamos a un cambio como el que supuso la entrada de los aviones franceses en la guerra en los años 80», afirma Martín (nombre ficticio por razones de seguridad). Este cubano afincado en Alicante desde hace más de diez años fue uno de los consultores estratégicos militares que ayudó al Polisario en la guerra contra Hassan II entre los años 86 y 91. Gracias a sus estrategias y consejos, el Polisario consiguió victorias frente a Marruecos como la captura de un alto rango del Ejército alauita y el derribo de aviones Mirage franceses. «Mi misión principal era el contraespionaje y el análisis de información recibida de los territorios bajo control marroquí, pero tuve mucho que ver con ciertas estrategias que se tomaron en el momento en el que aparecieron nuevas armas».
«En los años 80 hubo por parte de Marruecos varios cambios de estrategia. Uno de ellos y el más visible y sonado hasta hoy en día fue la construcción del muro. Fueron los israelíes los que aconsejaron a Marruecos construirlo. No por aislar al Polisario (como se ha dicho), sino para guardar la razón por la que Marruecos está en el Sáhara; los recursos naturales. Fue a partir de la entrada de aviones franceses, Mirage P1 y F5, (y que muchas veces estaban pilotados incluso por soldados galos) cuando decidió utilizarlo como arma de contraataque. La mayoría de veces, la armas aéreas se han utilizado como poder de contra-ataque. Localizar al Polisario, incluso con radares modernos, en el desierto es muy difícil. Al ser atacados, los marroquíes podrían tener a los guerrilleros del Polisario localizados por un periodo de tiempo, y es ahí cuando entraba la Fuerza Aérea marroquí; que no es más que una sucursal de Francia en el Magreb», afirma Martín vía telefónica.
Durante los primeros días después de la muerte de Dah el Bendir no se supo a ciencia cierta cómo fue el ataque. Según pasaban los días surgieron dos hipótesis. La primera es que el ataque se produjo con un dron israelí Hafang de vigilancia, el cual señaló con un láser el objetivo a un F16 de las Fuerza Aéreas marroquíes, FAR, adquiridas a Francia de manera «poco clara» (según afirmaciones del ex alto comisionado para dicho conflicto James Baker) en los años 80.
La segunda es que Marruecos hubiera puesto en funcionamiento los drones comprados a Israel (con apoyo de países de la OTAN para la vigilancia del yihadistas y narcotraficantes). Concretamente los Reaper MQ7 con una capacidad de carga de explosivos de 250 kilos y una autonomía de 42 horas. También se ha especulado con que pudiera ser un Reaper superior, el MQ9, con más capacidad de carga y autonomía incluso.
Es la primera hipótesis la que más peso va cogiendo según pasan los días. Marruecos negó al principio el uso de drones ya que solo podría utilizarlos en una guerra abierta. Hecho que sigue negando Rabat para poder adquirir también tecnología estadounidense. El socio americano pone como condición para la venta de su armamento al país magrebí que solo pueda ser utilizado en guerras declaradas y nunca contra población civil.
«No creo que sea tan determinante para inclinar la balanza hacia un lado u otro en la contienda», sostiene Martín. «Pocos analistas dijeron que el Polisario perdería la guerra cuando las FAR utilizaron cazas franceses en la guerra que, por cierto, tampoco admitió nunca en los 80. El uso de los aviones quedó mermado cuando el Polisario adquirió baterías antiaéreas de fabricación rusa y stingers como los utilizados por los muyaidines en Afganistán contra los rusos. Nunca anulas la fuerza aérea si no tienes aviones propios, pero puedes hacer que su poder quede mermado con la tecnología adecuada. Con los drones pasa lo mismo. Hay tecnología que puede hacer que la efectividad quede casi anulada», explica.
Brahim Abdelfatah, delegado en la oficina del Polisario en la CAV, afirma en declaraciones telefónicas a NAIZ que «los hutíes sufrieron mucho con los drones saudíes en Yemen. Hasta que consiguieron neutralizarlos con armamento ruso y chino». Abdelfatah se refiere al derribo del dron saudí de tecnología estadounidense MQ-9 recientemente. Mismo modelo que Rabat negocia con Washington.
«Con muy pocos medios, los hutíes han contraatacado a la todopoderosa Arabia Saudí. Han conseguido establecer un control aéreo de su territorio que impide que los drones de fabricación israelí y americana entren y ataquen. Incluso han diseñado una tecnología propia que ataca con drones hechos por ellos las instalaciones petrolíferas e infraestructuras del enemigo. Con pocos recursos han conseguido llevar el conflicto incluso a tierras saudíes», afirma Martín.
La utilización de drones por parte de Marruecos pone encima de la mesa una cuestión de calado también para la comunidad internacional. ¿Cuándo es legal utilizar un dron que una potencia ha vendido a un tercero? Las actuales leyes son laxas en ese sentido y no incluyen una definición clara para este tipo de situaciones. Pero si Marruecos quiere utilizarlos en ataques como el que acabó con la vida del jefe de la Guardia Nacional, la ley internacional sí que es clara en este aspecto; tiene que declararle la guerra al enemigo. Cosa que aún sigue negando pese al uso de estas máquinas de matar a distancia.