Apocalipsis en 5G
Pido perdón a todos los amantes de las teorías de la conspiración que hayan podido sentirse atraídos por el titular de una pieza que, ya lo aviso, solo tiene por propósito celebrar la llegada de una de mis películas más esperadas del año. Y atención, porque a simple vista podría pasar como «una propuesta más» que el maldito algoritmo haya puesto en primera línea... solo para quitarla de ahí unos días más tarde.
Pero no, lo que en realidad nos espera con ‘Los Mitchell contra las máquinas’ (disponible en Netflix) es una de las cintas más disfrutables (a todos los niveles) de la temporada. Se trata del nuevo producto de la factoría «Lord Miller» (es decir, de Phil Lord y Christopher Miller, geniales responsables de ‘La LEGO película’ o ‘Spider-Man: Un nuevo universo’), un film cómico de aventuras y ciencia-ficción escrito y dirigido por la dupla compuesta por Michael Rianda y Jeff Rowe. La historia, decidida a avanzar a ritmo frenético a lo largo de sus cien minutos de metraje, nos presenta a una familia que se prepara para afrontar ese eterno trauma: uno de sus miembros, la joven Katie, está a punto de abandonar el nido para ir a la universidad.
Drama; daño irreparable para un hogar que, esto sí, no sabe que se le viene encima una amenaza mucho más peligrosa: el fin del mundo. En esta ocasión el apocalipsis viene servido por una rebelión de las máquinas que, aunque de primeras pueda sonar disparatada, en realidad no deja de ser el resultado –escalofriantemente– lógico del boom digital en el que hace tiempo que se ha instalado nuestra existencia. Buen momento para recordar que para que la broma tenga aún más gracia, estamos viendo todo esto desde los servidores de Netflix, el gran gigante mundial del VOD.
En cualquier caso, el choque entre lo antiguo y lo moderno se concreta no solo en las tensiones intergeneracionales que se producen en el seno de la familia de los Mitchell, sino en la propia naturaleza de las imágenes. El sello «Lord Miller» vuelve a deslumbrar con el uso de una técnica impresionante, en la que los gráficos renderizados por ordenador se mezclan con los trazos de pincel más tradicionales. Y por supuesto, está el ritmo endiablado que ya es marca de la casa: el deseo de reivindicar al cine como el más delirante (y por esto fiel) reflejo del loco mundo que entre todos estamos construyendo.
El 5G como herramienta liberadora, pero también como losa que nos hunde en el abismo; como ente que nos conecta y desconecta por igual a nuestros seres queridos. La revolución tecnológica como deliciosa excusa para saturar la pantalla. De memes, de filtros, de stories... de todas esas ocurrencias que igualmente saturan los nuevos canales y formas de comunicación. A mil y un gags (visuales y conceptuales) por segundo: ‘Los Mitchell contra las máquinas’ también puede ser vista como una road movie que surca los Estados Unidos (ese síntoma de la civilización occidental) a la velocidad de la luz. Y por supuesto, abruma, incluso asusta... pero sobre todo, divierte (mucho) advirtiéndonos sobre la alegría con la que nos dirigimos hacia la autodestrucción.