La victoria conseguida ante el Elche (2-0) permitió a la Real igualar el viernes los 56 puntos conseguidos al final de la pasada temporada que permitieron clasificarse para la Europa League en la última jornada.
El mérito de esa puntuación es mayor porque la Real la ha conseguido tras disputar 47 partidos oficiales en menos de ocho meses, sin poder realizar una pretemporada en condiciones, lo que se ha traducido en cantidad de problemas musculares que han afectado principalmente a los equipos que han jugado en Europa. Seis de los siete de la Liga están entre los que más lesiones han sufrido.
Los blanquiazules han tenido que afrontar un grupo de la Europa League muy difícil que ha llevado a Imanol a alinear a los mejores jugadores en todos los partidos y además ha afrontado una Supercopa y un final de Copa que les ha exigido el máximo física y mentalmente.
Con esas condiciones la Real ha logrado su quinta mejor puntuación en la jornada 35 desde que se puntúa con tres puntos la victoria igualada con los 56 de la temporada 97-98, en la que acabó tercera con 63, y solo superada por los 72 de la 2002-03, los 61 de la 2016-17, los 59 en la 2012-13 y los 57 de la 2013-14.
Esta es la única desde la 1987-88 en que la Real se clasificó dos temporadas consecutivas para Europa, pero solo logró dos puntos en los últimos tres partidos. Acabó en séptimo lugar con 59 y los blanquiazules llevan camino de superar esa puntuación y conseguir la mejor en una temporada en la que ha compaginado competición europea desde que la victorias se premia con tres puntos.
La temporada pasada sumó esa puntuación tras jugar 45 partidos en once meses, con dos pretemporadas, y los 56 puntos valieron para jugar la Europa League. Esta temporada, salvo que Villarreal o Betis pinchen, van a ser necesarios más.
Imanol quiere los nueve puntos
Imanol dejó claro en la rueda de prensa posterior a la victoria contra el Elche que «si queremos ser quintos, que es por lo que vamos a pelear, hay que ganar de todas las maneras contra todos los rivales. Debemos afrontar todos los partidos como si fueran la final de Copa. El objetivo es sacar los nueve puntos que quedan por jugar».
En su análisis del partido reconocía que «condiciona y mucho que el rival se quede con uno menos tan pronto. Por eso mientras se veía la jugada en el VAR quería que no lo expulsaran porque a veces es peor. Prefería que estuvieran los once en el campo porque la entrada del equipo había sido buena. Ellos, con uno menos y jugando lo que se juegan, se han juntado mucho más, han defendido muy bien en bloque bajo y este tipo de partidos, si no abres la lata, te puedes poner nervioso. Hemos generado ocasiones, ha costado abrir la lata, pero hemos tenido paciencia. No nos hemos precipitado y no hemos dejado que nos hicieran ninguna ocasión. Hemos jugado un partido serio, con cabeza, lo que teníamos que hacer para ganar».
Se mostró contento además porque David Silva pudo jugar los noventa minutos: «No está a su mejor nivel, pero aun así se ve lo especial que es. Ha podido aguantar los noventa minutos. A ver mañana y pasado cuando empieza a doler todo el cuerpo, pero me ha dicho que ha acabado muy bien, con buenas sensaciones».
La Real ha tenido este sábado la habitual sesión de recuperación, el domingo descansará y el lunes y el martes preparará en Zubieta el antepenúltimo partido del miércoles a las 22:00 en el campo de un Atlético de Madrid que ha empatado en el Camp Nou contra el Barcelona y mantiene el liderato a la espera del partido entre el Real Madrid y el Sevilla.