Los nuevos aires que Roma quiere insuflar a la Iglesia vasca tienen este martes un nuevo hito con el anuncio por parte del Vaticano del nombramiento de Joseba Segura Etxezarraga, desde el 12 de febrero de 2019 obispo titular de Basti y auxiliar de Bilbo, como titular de esta última diócesis. Era un secreto a voces esta elección, apoyada por su antecesor, Mario Iceta, que manifestó que Segura estaba «perfectamente cualificado» para ser un «excelente» sustituto.
Desde el seno de la Iglesia vizcaina ha vuelto a haber voces críticas con el modo en que Roma elige a los obispos, demandando que se escuche y atienden las opiniones de las y los católicos que forman esa comunidad.
El traslado del gernikarra a tierras castellanas se entendió como el inicio de la renovación de la Iglesia vasca, con José Ignacio Munilla como asignatura pendiente de la Santa Sede. Segura, un referente de la Iglesia de Bizkaia, aseguró en una entrevista a NAIZ en 2019 que no había dos realidades «sino un abanico de sensibilidades que conviven», en referencia a las discrepancias de parte de la comunidad diocesana con Mario Iceta.
Primer saludo
Tras conocerse el nombramiento oficial, Segura ha querido dirigir un primer saludo en el que ha dicho que «lo que espero, y el tiempo lo dirá, es que esta sea una buena noticia, no para mí, –ha señalado– sino para esta comunidad de fe a la que siempre he pertenecido y que ahora me recibe como obispo».
La ceremonia de toma de posesión tendrá lugar el sábado 3 de julio en la catedral de Santiago.
Nacido en el Botxo el 10 de mayo de 1958, Segura siguió sus estudios eclesiásticos en el seminario de Derio y fue ordenado sacerdote el 4 de enero de 1985. Se licenció en Psicología y se doctoró en Teología por la Universidad de Deusto y en Economía por el Boston College.
Tras su ordenación, ocupó diferentes responsabilidades en parroquias en Barakaldo (1985-1992), así como en el barrio bilbaino de San Inazio (1996-2006). También fue delegado de Cáritas y Pastoral Social, y miembro del Consejo Diocesano de Pastoral, bajo el episcopado de Juan María Uriarte.
De 2006 a 2017 en Ecuador colaboró con la Conferencia Episcopal en el marco de Cáritas Nacional. Regresó a Bilbo en 2017 y fue designado párroco de la Unidad Pastoral de Otxarkoaga-Txurdinaga. En 2018 fue nombrado vicario general.
Es administrador diocesano de Bilbo desde el 6 de diciembre de 2020 después de la marcha de Mario Iceta al arzobispado de Burgos. Dentro de la Conferencia Episcopal Española desde 2019, es miembro de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre Iglesias, y desde marzo de 2020 miembro del Consejo de Economía.