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Todos fallaron ante la pandemia, concluye una investigación encargada por la OMS

La pandemia de covid-19, que ha acabado por ahora con la vida a más de 3,3 millones de personas, «podría haberse evitado», según un panel de expertos independientes que ha elaborado un informe por encargo de la OMS.

Familiares (vestidos de blanco) y trabajadores de la funeraria preparan a un fallecido por coronavirus para ser incinerado en Nueva Delhi. (Xavier GALIANA/AFP)
Familiares (vestidos de blanco) y trabajadores de la funeraria preparan a un fallecido por coronavirus para ser incinerado en Nueva Delhi. (Xavier GALIANA/AFP)

El sistema que el mundo tenía para afrontar pandemias es inservible y debe ser reformado para afrontar la próxima que llegue, pero los países también han sido responsables de la situación actual cuando prefirieron «esperar a ver lo que pasaba» en los primeros meses, sin tomar las medidas que hubiesen frenado el coronavirus.

Esta es la contundente conclusión del Panel Independiente de Preparación y Respuesta a Pandemias, formado por expertos y personalidades que examinaron durante ocho meses los fallos que hubo en la gestión de la pandemia y que ha divulgado este miércoles sus conlusiones.

Esta misión le fue encomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que a la vez recibió instrucciones para ello de sus Estados miembros, alarmados a mediados del año pasado por la velocidad a la que se agravaba la pandemia y las sospechas de que esta entidad no había actuado correctamente en su fase inicial.

Su principal conclusión es que globalmente el mundo demostró que no había aprendido nada de crisis pasadas y que la tragedia sanitaria, económica y social causada por la covid-19 pudo haberse evitado.

Responsabilidad compartida

El panel, que copresiden la exmandataria de Liberia Ellen Johnson Sirleaf y la exprimera ministra de Nueva Zelanda Helen Clark, encontró que hubo una responsabilidad compartida y que evitar que situaciones tan graves se repitan requerirá una gran reforma internacional en la que los países deben comprometer recursos y voluntad política.

«El tiempo transcurrido desde la notificación de un grupo de casos de neumonía de origen desconocido a mediados de diciembre hasta la declaración de una Emergencia de Salud Pública Internacional (30 de enero de 2020) fue demasiado largo», sostiene el panel en el informe que ha presentado hoy.

Clark ha explicado que la emergencia global pudo haber sido declarada ya el 22 de enero, tras la primera reunión del Comité de Emergencia de la OMS, que valora la gravedad de una amenaza sanitaria y recomienda si debe ser considerada una emergencia internacional, y no esperar a que este mismo grupo se reuniera un segunda vez.

Sin embargo, si la OMS no actuó en ciertos momentos como debía fue porque no cuenta con los poderes que se requieren en una situación de tal gravedad, concluye el Panel.

«La OMS debe tener los poderes necesarios para investigar brotes que preocupen, de forma rápida y con garantías de que tendrá acceso, y disponer de la capacidad de publicar información sin esperar a la autorización del Estado miembro», ha señalado Clark.

«Sensibilidades sobre soberanía no deben provocar demoras a la hora de alertar al mundo sobre la amenaza de un nuevo patógeno con potencial pandémico», ha agregado.

Responsabilidades nacionales

Los países también tuvieron una gran parte de responsabilidad en la descontrolada propagación del coronavirus, conforme a las concluisones del Panel.

«Febrero fue un mes perdido en el que muchos más países podrían haber adoptado medidas serias para contener la propagación del SARS-CoV-2 y prevenir una catástrofe sanitaria, social y económica», concluyen los expertos.

Clark ha recordado que la mayoría de gobiernos optaron por «esperar a ver lo que pasaba y no fue hasta que empezaron a ver que las unidades de cuidados intensivos se llenaban que empezaron a actuar, pero ya era demasiado tarde».

«Hubo países que subestimaron el valor de la ciencia, negaron la gravedad de la enfermedad y tardaron en responder, lo que tuvo consecuencias nefastas», ha añadido la copresidenta del Panel, cuya creación se produjo en medio del recelo que EEUU había instigado contra la OMS.

Acusaciones de Trump

La Administración de Donald Trump acusaba a la Organización de haber encubierto la tardanza con la que China informó de los primeros casos de coronavirus, así como de haber gestionado mal la crisis, mientras en su país negaba la gravedad del nuevo virus y despreciaba la utilización de mascarillas.

EEUU ha registrado 576.000 muertes por covid-19 y 32,3 millones de casos, las cifras más altas del mundo en ambas categorías.

Clark ha considerado que las reformas y nuevas reglas que se adopten para afrontar futuras pandemias deben abordar de una forma particular las infecciones respiratorias transmisibles fácilmente de persona a persona.

Sobre las medidas de prevención, ha reconocido que si las restricciones de viaje se hubieran impuesto más rápido y de forma más extensa, la propagación del virus se hubiese reducido.

El Reglamento Sanitario Internacional, que regula la actuación de los países en situaciones de crisis sanitaria, desalienta las restricciones de viajes, pero la exprimera ministra Clark ha dicho que hay que aceptar que en la actualidad «las enfermedades viajan en avión y no en burros».

Fondo

El Panel Independiente de Preparación y Respuesta a Pandemias ha propuesto asimismo que el mundo necesita contar con un mecanismo fuerte de financiación que le permita afrontar futuras pandemias y que, en caso de emergencia, pueda desembolsar entre 50.000 y 100.000 millones de dólares a corto plazo.

Entre las recomendaciones que se formulan figura la creación de un mecanismo internacional que movilizaría entre 5.000 y 10.000 millones de dólares anuales (por un periodo de diez a quince años) para mantener una capacidad de respuesta continua frente a posibles pandemias.

En caso de declaración de pandemia debería poder movilizar diez veces tales cantidades, adelantando lo que los países se comprometan a aportar para no perder un tiempo que redunda en la propagación del agente pandémico, sea un virus u otro tipo de patógeno.

Ese mecanismo sería independiente de la OMS y supervisado por el Consejo Mundial sobre Amenazas para la Salud, que también se propone crear con el objetivo de mantener un alto compromiso político con la preparación y respuesta a pandemias.

El cálculo económico que se hace es simple, y consiste en comparar tales cantidades con los 7 billones de dólares que el mundo perdió únicamente en 2020 a causa de la crisis sanitaria, a lo que habrá que sumar el impacto económico durante este año y los siguientes.

Uno de los problemas identificados anteriormente en la respuesta a la pandemia de la covid-19 fue que los países exigían mucho de la OMS, pero le negaban la autoridad y financiación suficientes para ofrecerles las respuestas esperadas.

A este respecto, el Panel propone que se acabe con el modelo que permite a los países hacer contribuciones condicionadas a la OMS, por ejemplo para financiar un área de salud en particular, y que los Estados aumenten sus contribuciones obligatorias a esta Organización.

Actualmente, los dos tercios del presupuesto de la OMS se cubren con contribuciones voluntarias de los países.

Asimismo, se plantea que el mandato del secretario general de la OMS, su máximo responsable, sea de siete años, pero sin posibilidad de reelección, aunque esto no se aplicaría de forma retroactiva.

Por ello, el actual secretario general, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, cuyo primer mandato de cinco años concluye en 2022, podría optar a un segundo.