Reino Unido envía 1,8 millones de toneladas de residuos plásticos a terceros países cada día, pues a ellos les resulta inasumible albergar tanta cantidad de basura. Una campaña de Greenpeace ha calculado cuánto ocuparía todo ese plástico apilado frente a la casa de Boris Johnson y ha elaborado una animación espectacular, donde se aprecian las verdaderas dimensiones del problema.

«El plástico mata a cientos de miles de aves marinas, mamíferos marinos y tortugas cada año, pero no sólo perjudica a la fauna y a los océanos, sino también a las personas», destaca Greenpeace.

En el caso concreto de Reino Unido, buena parte de los residuos se queman sin ningún control en Turquía y Malasia y comunidades locales que viven cerca de los vertederos están registrando «graves problemas de salud, como problemas respiratorios, hemorragias nasales y dolores de cabeza». 

La organización denuncia que es ilegal que las islas envíen este material a países si allá no va a ser procesado adecuadamente. Sin embargo, Turquía, donde no existe un sistema de procesado, está asumiendo el 38% de los plásticos que deshecha Reino Unido cada día.

En el vídeo de la campaña se entrasacan frases reales de Boris Johnson y Michael Gove (exsecretario de Estado de Medio Ambiente) donde efectúan promesas para reducir el plástico o anuncian medidas claramente insuficientes para la magnitud del problema.