Un nuevo informe solicitado por la Fiscalía de Gipuzkoa puede introducir un giro en el caso de Santi Coca, el menor fallecido en 2019 tras una muerte en Donostia, ya que sostiene que su muerte fue por causa «médico legal homicida».
Coca, de 17 años, falleció tras permanecer dos días en coma en el hospital, después de sufrir una agresión la madrugada del 26 de abril de 2019 por parte de un grupo de personas en el exterior de una céntrica discoteca donostiarra.
Equipos sanitarios desplazados al lugar le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, tras lo cual fue trasladado en estado de extrema gravedad al Hospital Donostia, donde falleció dos días más tarde.
El nuevo informe forense, incorporado recientemente al caso y al que ha tenido acceso Efe, había sido solicitado por el Ministerio Público para «determinar el origen de la hemorragia cerebral subaracnoidea que causó la muerte de este chico», ya que existen escritos del Servicio de Patología Forense de Gipuzkoa con «conclusiones diferentes» sobre este extremo.
En concreto, un informe «histopatológico» señalaba que los hallazgos en el polo cefálico eran «compatibles con un mecanismo traumático», mientras que la autopsia concluyó que «eran posibles» tanto el origen natural como el traumático.
De hecho, la necropsia sostiene que los traumatismos que sufrió el joven, quien presentaba un índice de etanol de 0,85 g/l, fueron «de escasa entidad» y no resultó concluyente respecto a las razones de la hemorragia cerebral que acabó con su vida, sin decantarse tampoco entre una posible causa «homicida» o una «natural».
Este último dato llevó en febrero de 2020 a los seis jóvenes que permanecían encarcelados por estos hechos a solicitar su puesta en libertad a la espera de juicio, que finalmente fue decretada por el juzgado del caso, aunque con medidas cautelares para evitar el riesgo de fuga y garantizar su disponibilidad ante la justicia.
No obstante, un año después este mismo juzgado ordenó el reingreso de uno de ellos en prisión por haber vulnerado las condiciones que le permitían seguir en situación de libertad provisional.
Ahora, el nuevo informe, redactado por expertos del Servicio de Patología Forense de Bizkaia, descarta con un grado de certeza «más allá de la duda razonable» que la hemorragia fuera de «origen natural o espontáneo», algo que ve «muy improbable», al tiempo que se decanta por el «origen traumático» del sangrado.
Argumenta en este sentido que el caso cumple todos los «criterios» de una «hemorragia subaracnoidea traumática aislada», entre los que se encuentran haber sufrido un traumatismo «relativamente leve o moderado en la cara o cuello»; el hecho de que «la muerte o el coma» se produjeran «de manera inmediata o casi inmediata»; la «ausencia de otras causas», y «muy frecuentemente un estado de intoxicación etílica».
Asimismo, incide en que «el cuadro lesivo» del fallecido «es compatible con el relato de los hechos» que se describe en el atestado policial.
Fuentes del caso han explicado a Efe que la instrucción de este asunto se encuentra ya concluida, a la espera de las respectivas calificaciones de las partes y de que la Audiencia se pronuncie sobre los recursos interpuestos por las defensas contra el auto que incoa el procedimiento para el juicio ante un tribunal del jurado.
Este auto, al que ha tenido acceso Efe, asegura que de forma preliminar existen «indicios claros» de la participación de los seis investigados en la agresión «conjunta» que «desembocó» en el fallecimiento de Santi Coca.
Según este texto, la agresión presuntamente le provocó «unas lesiones inmediatas y un estado grave» que «posteriormente podría haber desembocado» en su fallecimiento «tan sólo dos días después».
El documento considera que los hechos podrían haberse producido, también de forma «indiciaria», con «dolo eventual», en la medida en que «el número de agresores», «la intensidad de las agresiones» y su «localización» implican que «todos ellos» podrían presuntamente prever la existencia de una «alta probabilidad» de «ocasionar» la muerte a la víctima.
«Esto -prosigue el escrito- aparece acentuado con el hecho de que las agresiones continuaran cuando ya era evidente que -el perjudicado- estaba inconsciente en el suelo, sin posibilidad de defenderse y con evidentes signos de existencia de lesiones graves», señala el texto judicial.
Sin perjuicio de una calificación posterior, el auto apunta a la posible existencia en el caso de un delito de homicidio por dolo eventual y de otros dos delitos leves de lesiones con una posible agravante de haberse producido los hechos en «una situación clara de superioridad, provocando la indefensión de la víctima».