NAIZ

Reivindican en Donostia que las casas son para vivir y no para hacer negocio

Una manifestación convocada por una quincena de colectivos y asociaciones vecinales ha reclamado en Donostia que las viviendas son para vivir y no para especular o hacer negocio. «Estamos hartos de políticas que apoyan hacer negocio con un derecho fundamental de las personas», han proclamado.

La manifestación por la vivienda ha partido de Gros. (Andoni CANELLADA/FOKU)
La manifestación por la vivienda ha partido de Gros. (Andoni CANELLADA/FOKU)

«En Donostia vivimos una emergencia habitacional. El de la vivienda no es un problema nuevo, pero a medida que pasa el tiempo, en vez de arreglarse está empeorando», han alertado los colectivos convocantes de la manifestación que se ha desarrollado esta tarde en defensa del derecho a la vivienda.

En la lectura del manifiesto final, han denunciado que «las garras de la especulación aprietan a las y los donostiarras; pasan por encima de sus derechos día tras día. Uno de los principales problemas sociales de la ciudad, es a la vez uno de los negocios que más dinero mueve». Ante ello, sin embargo, han advertido de que no están dispuestos a aceptarlo y han considerado «urgente y prioritario» una nueva política de vivienda. De esta manera, han interpelado a las autoridades de la ciudad para que «dejen de gobernar a favor de quienes hacen negocio con la especulación y las necesidades básicas de los vecinos y vecinas».

Junto a ello, han alertado de que el precio de la vivienda y del alquiler sigue creciendo, y que «los fondos buitre han llegado a adueñarse de edificios enteros y expulsar a las vecinas y los vecinos». «Azora en Gros y Amara, Blackstone en Benta Berri, Sareb en Egia… se quiere enriquecer contra nuestras vecinas y vecinos, sin escrúpulos», han denunciado, para afirmar acto seguido que responderán «con solidaridad». 

En un momento de la marcha, integrantes de Groseko Etxebizitzaren aldeko sarea se han encaramado a un edificio adquirido por Azora y han desplegado una pancarta exigiendo que «se vayan del barrio». 

Los colectivos y asociaciones convocantes han subrayado que son muchas las personas en situación de desprotección y que hay «cientos de personas» que viven en la calle, mientras desde las instituciones públicas «no se hace suficiente para dar la respuesta debida a esta lamentable y vergonzosa situación».

Además, han asegurado que «toda una generación se ha visto obligada a marcharse de la ciudad. Las y los jóvenes donostiarras son expulsados de los barrios en los que han nacido y vivido. Esto desmantela poco a poco las relaciones, las redes entre vecinos y la identidad de estos barrios», han advertido.

Otro problema que han mencionado es el de la turistificación, que «ha convertido en hoteles y en pisos turísticos las viviendas que necesitamos para vivir». En su opinión, el «decrecimiento turístico» es imprescindible para construir «una Donostia equilibrada y habitable», ya que la ciudad «está yendo hacia la elitización, la expulsión de la juventud, la acumulación de poder de los especuladores y el desmantelamiento de las comunidades vecinales».

Finalmente, han apelado a la activación popular. «Lo que está en juego es un modelo de ciudad que condiciona nuestras vidas y las de nuestro entorno. Organicémonos para tomar nuestras vidas en nuestras manos y detener a los que quieren vender y comprar la ciudad», han concluido.