La prueba a la que se sometía el Athletic esta semana ha arrojado un resultado claro: el equipo rojiblanco ocupa la posición que merece porque a día de hoy está lejos de los mejores equipos de la categoría. Cayó el pasado domingo ante el Atlético de Madrid en un partido que, al menos, dejó buenos detalles; se llevó un tremendo palo el miércoles ante el Barcelona, en una noche sin nada que salvar; y hoy ha caído ante el Real Madrid con un marcador menos abultado que aquél pero con absoluta claridad. El equipo de David Aznar, que puede asegurar su plaza de Champions con los tres puntos que se ha llevado de Lezama, ha sido mejor, simple y llanamente, e incluso podía haber marcado algún gol más ante un rival que ha ido de menos a más pero que nunca se ha visto cerca de poder remontar el marcador.

La mañana se ha torcido de inmediato. A los once minutos, Asllani aprovecha el despiste de la zaga y el error de De la Nava para anotar el 0-1. No han sido capaces de reaccionar las rojiblancas ante un rival muy cómodo que antes de la media hora anotaba el segundo, ahora con un zapatazo de Marta Cardona que daba en el larguero y botaba sobre la línea de gol para acabar entrando. Ha intentado reaccionar el Athletic pero era incapaz de lastimar a un Real Madrid tan acertado en defensa como lo había estado arriba.

Y como lo ha vuelto a estar nada más reanudarse el choque porque en el 49 llegaba el tercer gol visitante, con un remate desde la frontal de Kaci. Lucía ha recortado distancias casi de inmediato, al aprovechar un centro de Unzue que Ivana no ha sido capaz de despejar y realmente el equipo ha parecido ilusionado con la posibilidad de, al menos, meter otro gol que volviera a darle vida definitivamente. Pero el tiempo corría en su contra y, aunque la imagen ha sido mejor en este segundo tiempo, no ha habido manera de cambiar el desenlace del partido. Que podía haber sido peor si De la Nava no hubiera estado tan fina despejando junto al larguero otro chut desde la frontal, este de Kenti; o mejor, si Misa no hubiera despejado a córner –primero del partido para las vizcaias, en el minuto 81, algo bastante significativo– una falta botada por Monente que ha estado cerca de entrar junto al palo. Pero la moneda ha caído del lado de las porteras y el marcador no ha vuelto a moverse.