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Organizaciones ecologistas ven insuficiente la propuesta de Donostia para proteger la isla

Las organizaciones Bizilagunekin, Haritzalde, Eguzki y Parkea Bizirik consideran que las medidas propuestas por el Ayuntamiento de Donostia para la gestión de la obra artística de la isla de Santa Clara «no son suficientes para evitar el daño y la turistificación del medio natural».

Helicóptero sobre la isla cuando se comenzó la instalación de la obra escultórica. (Jon URBE/FOKU)
Helicóptero sobre la isla cuando se comenzó la instalación de la obra escultórica. (Jon URBE/FOKU)

El próximo 5 de junio, coincidiendo con el inicio de la temporada de la isla, quedará abierta al público Hondalea, la obra creada en el faro por la arquitecta y artista, Cristina Iglesias.

Se trata de un acontecimiento que será un punto de inflexión en el devenir del ecosistema de la isla porque transformará definitivamente este espacio donostiarra, un lugar que sigue viéndose alterado con distintas intervenciones como la reciente quema de residuos realizada en la isla.

En este sentido, son varias las asociaciones y agentes (la plataforma Bizilagunekin, la asociación Haritzalde, el grupo ecologista Eguzki o Parkea Bizirik, entre otros) que han expuesto sus preocupaciones al hilo de este proyecto.

Tras un proceso en el que han realizado sus aportaciones al Ayuntamiento, con quien han mantenido una relación fluida, valoran que el resultado de estos contactos «no ha sido tan fructífero como se esperaba» y añaden que «conocidas las intenciones del Ayuntamiento, queremos mostrar nuestra disconformidad con el planteamiento de gestión de la isla que nos ha sido presentado».

«Excesiva ambigüedad»

Opinan estas organizaciones que «las condiciones y limitaciones de aforo en el planteamiento parecen, a priori aceptables para la protección de la isla: no se prolongará el horario de la isla; no aumentará la frecuencia del transporte de la isla; el faro no recibirá más de 250 visitantes diarios…»; sin embargo, creen que el documento «muestra un margen excesivo para la ambigüedad y la excepcionalidad: el calendario se puede prorrogar en función de las condiciones meteorológicas, se estudiarán de forma particular posibles permisos para ‘usos especiales’ de la isla y de la obra de arte… Por tanto, se descarta establecer unos criterios de gestión concretos y firmes. Además, contradiciendo lo anteriormente expuesto, ya se ha hecho saber que el faro acogerá visitantes en octubre».

Critican los organismos que la propuesta «no tiene ningún soporte legal. No se ha ejecutado mediante una determinada forma normativa de carácter administrativo. Es decir, no se da ninguna garantía legal de respeto y ejecución de lo recogido por escrito».

Plantean también que «prevalece la visión a corto plazo» porque la propuesta «solo establece criterios de gestión para el año 2021, provocando gran incertidumbre de cara al futuro. Teniendo en cuenta que en 2021 los efectos de la pandemia de la covid-19 son notables y que, entre otras cosas, la actividad turística puede ser más limitada que otros años, es posible que durante los años venideros se dé una flexibilización de las condiciones y límites establecidos, cambiando los criterios de gestión y avivando el riesgo de masificación y sobreexplotación, de aquí en adelante».

Además, denuncian que «se abren las puertas a la posibilidad de acoger eventos especiales o visitas especiales. Por lo tanto, de cara al futuro, no se cierran las puertas a aceptar actividades privativas, exclusivas y excluyentes, como los eventos de empresas privadas o las visitas VIP».

«Profundizar en la turistificación»

Valoran estas organizaciones que el Ayuntamiento «mantiene el objetivo de profundizar en la turistificación de la ciudad» porque Donostia Turismo ha presentado Hondalea como «nueva iniciativa artística que servirá para posicionar a San Sebastián a nivel internacional» en una jornada organizada el 14 de abril de 2021.

En este sentido, añaden que la obra artística se convertirá en «un recurso para aumentar el efecto de atracción de la ciudad, aumentando el riesgo de turistificación».

Insisten en que la isla es un espacio de «gran valor natural tan preciado como frágil, en el que habitan varias especies animales y vegetales significativas» y que «las intervenciones que se han llevado a cabo en la isla con motivo de Hondalea y los posibles excesos que puedan producirse de cara al futuro, ponen en peligro la zona, ya que los compromisos adquiridos no tienen la suficiente precisión».

En base a todo ello, las cuatro organizaciones expresan su disconformidad con «la estrategia de gestión del faro y la isla» y destacan que seguirán trabajando «a favor de una normativa y un plan de usos específicos que garanticen la protección de la isla, a largo plazo, y eviten su masificación y puesta en peligro».

Proponen, además, a las instituciones que «atendiendo al valor paisajístico, ecológico y geológico que se reconoce al espacio (también por los promotores del proyecto), inicien la tramitación para la integración del espacio Santa Clara-Igeldo en la Red Natura 2000».