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La novela negra histórica y sus complejidades, a debate en Pamplona Negra

La novela negra histórica, un género complejo y que requiere de gran documentación, ha centrado una mesa de debate en el festival Pamplona Negra que hasta el sábado se celebra en la capital navarra. Han participado los escritores Miguel Izu, Guillermo Galván y Luis Zueco, moderados por Ana Valencia.

Mesa redonda de Pamplona Negra, en Baluarte de Iruñea. (@pamplonanegra)
Mesa redonda de Pamplona Negra, en Baluarte de Iruñea. (@pamplonanegra)

Los escritores Miguel Izu, Guillermo Galván y Luis Zueco, moderados por la periodista Ana Valencia, han destacado la «laboriosidad» a la hora de abordar la novela negra, en la mesa redonda en la que han participado dentro del festival Pamplona Negra, que se celebra en Iruñea hasta este sábado. Han apostado por la existencia de la novela histórica policiaca como género propio, «y este tipo de novela policiaca y criminal con perspectiva histórica tiene premios en otros países, ya que es un híbrido», ha aseverado el escritor iruindarra Miguel Izu.

Por su parte, Luis Zueco ha señalado que es un género «que tiene muchísima complejidad porque se une la novela histórica y la negra» pero ha apuntado que es «muy atractivo, porque la novela negra atrapa enseguida al lector», y la novela histórica cuenta con otro ritmo «sosegado, que para en los detalles».

«Conseguir ese equilibrio en una novela a la vez histórica y negra es difícil, pero si se consigue tiene mucho éxito, funciona muy bien y es muy apreciada», aparte del problema de «dónde ponerlo en las librerías, si en novela histórica o en novela negra».

Guillermo Galván, quien ambienta sus novelas en la posguerra, ha señalado que «aunque se ambiente en tiempos pasados, no hay que pasarse, y si nos parásemos a escribir como se hablaba en la época no se entendería».

Galván apostó en una de sus novelas por escribir con el lenguaje del siglo XVI, pero hubo de eliminarlo porque «escribir con lenguaje medieval hay que medir si se hace una elipsis o si se apuesta por ver lo listo que es el autor, que ha indagado en el lenguaje del siglo XVI». «Las novelas están para entenderse y no para tener un lenguaje complicado».

La importancia de la documentación

Izu ha apostado por «cuidar los detalles y el lenguaje para que sea verosímil», como el tratamiento de usted o «conocer que en el siglo XIX no había luz eléctrica».

Por ello, Zueco ha señalado la importancia de «documentarse muy bien con tesis, otras novelas, y de todo ello usas un 1%», porque aunque se transmitan fechas con exactitud, se necesita «transmitir que se está en el momento y la época» en que transcurre el relato.

En este sentido, ha indicado que «hay conceptos que se han perdido» y por su parte Galván ha comentado que «hay que empaparse de la realidad» y luego volcarla al libro.

Ha reconocido su «obsesión» por no cometer anacronismos en sus novelas, y cuando localiza uno como lector, «da la sensación de que el autor me está intentando tomar el pelo», con datos inexactos como fumar una marca que no existía en el momento o entrar en un cine que aún no estaba construido. A veces, ha añadido, «se mete la pata por pequeños detalles», pero ha subrayado que uno de los elementos «fundamentales es ir con pies de plomo y no meter la pata con cifras históricas».

En este punto, ha apuntado que se pueden leer novelas históricas ambientadas en el siglo XII «pero que pensaba con planteamientos del Renacimiento» y para ello la documentación es «algo fundamental y hay que ser tiquismiquis».

Por su parte, Izu ha señalado que en este tiempo es «muy fácil comprobar en Internet datos históricos» y cerciorarse de su veracidad. En este punto, ha explicado, en sus novelas lo primero es encontrar el tiempo histórico y «después encajar la ficción».