Que se garantice la protección de la isla de Santa Clara ante la apertura de la intervención artística ‘Hondalea’ es la petición que han realizado EH Bildu y Elkarrekin Donostia, además de destacar el impacto negativo a varios niveles de la obra y el «despilfarro económico» que ha supuesto, al pasar de los 1,5 millones de euros del presupuesto inicial hasta los cinco.
Asimismo, «atendiendo al valor paisajístico, ecológico y geológico de la isla, actualmente ya catalogado por el Plan Territorial Sectorial como de especial protección estricta», han solicitado «dar los pasos necesarios para la integración del espacio Santa Clara-Igeldo en la Red Natura 2000».
En una rueda de prensa en el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana, los portavoces de los grupos municipales de EH Bildu y Elkarrekin Donostia, Markel Ormazabal y Haizea Garay, respectivamente, han mostrado su «preocupación» ante la gestión realizada hasta el momento por el Gobierno municipal del proyecto de ‘Hondalea’, a su juicio, lleno de «irregularidades», así como ante el futuro de la isla por los accesos a esta intervención artística que han calificado de «dispositivo turístico».
Tras recordar que la isla Santa Clara tiene, dentro del Plan Territorial Sectorial (PTS) de Protección y Ordenación del Litoral de la CAV, la categoría de zona de especial protección estricta y, como tal, constituye un área de máximo valor para la conservación", han destacado que «el criterio general de ordenación en esta área es la conservación del ecosistema, limitando la intervención antrópica, promoviendo la conservación estricta de sus características morfodinámicas y la conservación activa de su vegetación», algo que «no se corresponde con la intervención llevada a cabo en el interior del faro y sobre todo con las visitas que tal intervención va a recibir».
Es por ello que han venido reclamando al Gobierno municipal de PNV y PSE-EE «que adoptara las medidas necesarias para proteger el medio ambiente de la isla, teniendo en cuenta su categoría de especial protección, y que presentara un informe de impacto ambiental del proyecto escultórico de la isla para asegurar la protección del entorno».
«Dos semanas después del inicio de las obras del faro, el 19 de octubre de 2019, Elkarrekin Donostia y EH Bildu solicitamos la paralización de las obras mientras no se tuvieran en cuenta las inquietudes surgidas en torno al proyecto», han explicado. Sin embargo, han censurado que aún «el Gobierno municipal de Donostia no ha presentado ningún plan específico».
Consecuencias negativas
En este sentido, han subrayado las «consecuencias de esta ausencia de planificación» en la isla, con «destrozos en las inmediaciones del faro, pero también en la subida y en otras zonas» durante las obras; una «irresponsable gestión de residuos en las últimas semana, incumpliendo la ordenanza de retirada, que califica como infracción grave la quema de residuos tanto en espacios públicos como privados» y que ha provocado «en pleno periodo reproductor de la colonia de aves nidificantes de la isla, su huida y, en algunos casos, asfixia de las crías por el humo provocado por esa quema intencionada».
A ello han añadido que el proyecto de ‘Hondalea’ «ha incumplido el Plan Especial de Protección del Patrimonio urbano construido (PEPPUC), ya que el faro estaba catalogado con un grado de protección en grado C, hecho que obliga a la protección de sus fachadas, pero han abierto una puerta lateral que antes no existía» y ha supuesto el «despilfarro económico de cinco millones de euros».
Finalmente, han alertado de «los efectos negativos de un uso incontrolado en este entorno natural», cuando se desconoce «cómo se van a gestionar las entradas a la isla este año». Al respecto, han advertido de que «empiezan a apuntarse decisiones que llevan a pensar que se va a ampliar el periodo de apertura del faro, con visitas privadas fuera de temporada».
«Es decir, que lo que inicialmente se está tratando trasladar a la ciudadanía, que va a ver un acceso controlado y limitado, finalmente puede ir teniendo cada vez más excepciones y un control cada vez más relajado», han añadido, para incidir en que «todo ello provocaría más afecciones en este entorno protegido».