La transferencia de la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a la CAV no está siendo tan «rápida» como anunció la consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, el pasado mes de marzo.

Como ella misma ha reconocido este viernes, la propuesta remitida por el Gobierno español «no es satisfactoria», ya que el Ejecutivo autonómico no está dispuesto a asumir «un traspaso que no conlleve la gestión completa e íntegra del Ingreso Mínimo Vital, en lo que tiene que ver en la parte del reconocimiento y en lo que tiene que ver en el pago».

«No contemplamos que Lanbide sea una sucursal de otra Administración, en absoluto», ha añadido en respuesta a las preguntas formuladas por la parlamentaria de EH Bildu Nerea Kortajarena durante el Pleno de Control, celebrado en la Cámara de Gasteiz, donde ha insistido que «la referencia del IMV es la RGI, y lo más lógico es integrarla».

Kortajarena, por su parte, ha censurado que la propuesta del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, no permite «esa integración» a la que ha hecho alusión Mendia. «Y además, lejos de eso, subordina totalmente la RGI al Ingreso Mínimo Vital. Y diría que es un torpedo al propio diseño que usted ha hecho en su propuesta de reforma de la RGI», ha aseverado.

«Esto no va solamente del IMV»

Y ha advertido de que «esto no va solamente del Ingreso Mínimo Vital. Lo preocupante de lo  planteado por el ministro es que esta transferencia debería ser la antesala, el previo, a la transferencia del resto de políticas pasivas de empleo y de la Seguridad Social en general».

«Que 40 años después esta transferencia se esté planteando en los términos en los que lo está planteando el ministro Ecrivá es bastante preocupante. Y desde luego, nosotras, 40  años después, ni queremos ni vamos a admitir convertirnos en una sucursal de España. No lo vamos a admitir», ha manifestado