«Hoy metí la pata subiendo a mis redes una foto con una camiseta que ha ofendido a muchas personas. Lo siento. Fue un regalo que me hicieron con una frase con la que me identifico mucho y no pensé que podría tener todas las implicaciones que ha tenido para algunas personas. Ni sé de política, ni me interesa. Mis únicas pasiones son el fútbol y mi familia. No era mi intención ofender y pido disculpas».
De esa manera se ha disculpado el jugador de Osasuna Chimy Ávila después de recibir cantidad de críticas por la camiseta que vestía en una foto que ha subido a la red social Instagram.
Con una frase «El miedo es una reacción. El valor, una decisión» junto al rostro de Santiago Abascal, el líder del partido ultraderechista Vox, el delantero rojillo ha desatado la polémica este sábado. Muchos seguidores rojillos le han recriminado por vestir una camiseta de una formación racista y xenófoba.
Vi un documental sobre Chimy Ávila, familia pobre de solemnidad.
— MIKEL BENGOETXEA LARRINAGA (@mikel_bengo) June 19, 2021
Ahora apoya a Vox.
Muy coherente todo.
#ChimyÁvila luciendo camiseta de #Vox como quien se pone una del Zara y demostrando que un futbolista es... Pues eso, un futbolista.
— Ángela Irañeta (@angelairaneta) June 19, 2021
Se ha ido el Internet en Navarra y nadie se ha enterado de la foto del Chimy con una camiseta de Abascal? Parece que a algunos les parece más grave que Muniain se fume un puro en Ibiza
— - (@PutaElizegi) June 19, 2021
El jugador argentino ha retirado la foto y ha pedido perdón de forma pública. No obstante –sin poder confirmar si ha sido un despiste o provocación–, las publicaciones de internet dejan mucho rastro y está por ver cómo afecta este detalle en la relación entre la afición rojilla y uno de los jugadores más carismáticos del equipo.
Ha habido incluso quien ha comparado el caso con lo que le pasó al cancerbero de Granada Unai Etxebarria, que fue expulsado del equipo después de que vistiera la camiseta en apoyo a los jóvenes de Altsasu del que se hizo eco Vox, pidiendo abrir un expediente interno.
¿Cuál es la diferencia entre pedir que el Granada eche a Unai Etxebarria y pedir que Osasuna eche al Chimy Ávila?
— Sillonbol (@sillonbowl) June 19, 2021
Tres hipótesis
A la espera de más acontecimientos, sobre el episodio se pueden hacer tres hipótesis: alineamiento ideológico, ignorancia o maniobra deportiva.
La primera es la obvia. Ávila no se ha distinguido hasta la fecha por mensajes de carácter político (sí de corte religioso). Lo único probado al respecto es que, si él no es un facha, alguien de su entorno que le hizo ese regalo envenenado sí tiene esa tendencia...
Desconocimiento es lo que ha alegado el rosarino en su respuesta tras el escándalo en las redes. Y no resulta descartable vista la rapidez con que ha borrado el tuit.
Yendo más lejos y viendo cómo funcionan el mercado futbolístico y el mundo de los representantes, también cabe la opción de que el delantero haya querido abrir un frente de conflicto con su club a través de la hinchada, con el horizonte de una eventual salida.
Osasuna lleva meses filtrando la opción de una ampliación de contrato que no se acaba de materializar (la primera semana de mayo dijo tenerla cerrada al 90%), y entre medio sí ha zanjado otras operaciones más complejas como las de Budimir y Moncayola. Por otro lado, con la contratación del croata y el fichaje de Kike García a Ávila le ha salido dura competencia en el frente de ataque y quizás no se sienta tan comprometido para seguir. Pero su salida es complejo teniendo en cuenta la cláusula de 25 millones y el lastre que suponen sus dos roturas de cruzado seguidas.