Joseba Salbador Goikoetxea

El cooperativismo se afianza como modelo para salir de la crisis

En un contexto marcado por la fuerte sacudida de la crisis sanitaria y social, las cooperativas vascas han salido fortalecidas al aumentar tanto el número de organizaciones asociadas como el de empleos generados.

La cooperativa Bexen Medical inauguró hace un año en Etxebarria una planta para fabricar mascarillas, con la participación de Mondragon Assembly y Cikautxo.
La cooperativa Bexen Medical inauguró hace un año en Etxebarria una planta para fabricar mascarillas, con la participación de Mondragon Assembly y Cikautxo.

Este sábado 3 de julio se celebra el Día Internacional de las Cooperativas (#CoopsDay) con el lema "Reconstruir mejor juntos", a través del cual las cooperativas de todo el mundo mostrarán las claves en las que se sustenta el reto de afrontar la crisis provocada por la pandemia: solidaridad y resiliencia, ofreciendo a las comunidades una recuperación centrada en las personas y el respeto al medioambiente.

En el caso de Euskal Herria, el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi (CSCE-EKGK) y la Confederación de Cooperativas de Euskadi (Konfekoop) han querido transmitir el mensaje de que los valores de la empresa cooperativa han salido reforzados tras este año de pandemia. «Hoy más que nunca es necesario un modelo económico que tenga como protagonista a las personas y orientado al bien común. Si queremos salir mejor de esta crisis debemos cooperar».

De hecho, y según los datos aportados por Konfekoop, que agrupa a 1.300 cooperativas, con 59.000 empleos y 11.000 millones de euros de facturación (lo que representa el 6% del PIB de la CAV), el número de organizaciones asociadas ha crecido este último año un 2,1% (26 más), mientras que la generación de empleo ha aumentado también en un 4,5% (2.526 más).

En Nafarroa, el sector de la economía social agrupa a 1.250 empresas –tanto cooperativas como sociedades laborales–, que facturan más de 2.400 millones de euros (el 12% del PIB), con 20.000 personas empleadas. El pasado año en este territorio se constituyeron 62 nuevas cooperativas y sociedades laborales.
Rosa Lavín, presidenta de Konfekoop, destacó ayer la respuesta «participativa, democrática, responsable, pragmática y solidaria» de las cooperativas.  «Son estos valores los que nos hacen resilientes y lo que han permitido a las empresas cooperativas de Euskadi resistir en mejores condiciones, convirtiéndose en una salida real y demostrando su característica anticíclica», subrayó.

En el balance del pasado año destaca asimismo la integración de las Cooperativas de Transportistas a Konfekoop, agrupación en la que también se encuentran las de Trabajo Asociado (industriales, construcción y servicios), las Cooperativas Agrarias y Alimentarias, de Enseñanza, Crédito, Vivienda y Consumo.
A lo largo de 2020, un 25% de las cooperativas se acogió a un ERTE, cifra que a finales de año se redujo al 9%, afectando estos a una mínima parte de la plantilla. Entre los más afectados, se encuentran la restauración, el ocio y la cultura. De las personas afectadas por los ERTE, un 55% son mujeres y un 45% hombres.

Por lo que se refiere a la facturación, en los momentos más críticos, ésta bajó entre un 25 y un 40%, pero en el cierre del ejercicio se ha producido incluso un ligero repunte, con sectores claramente al alza como la distribución.

Rosa Lavín atribuye estos datos a la capacidad de resiliencia de las empresas cooperativas, que han tomado medidas en función de la situación de cada momento. Medidas que han ido desde el robustecimiento patrimonial, contención salarial, búsqueda de canales cercanos de distribución y mercados de proximidad, reorientación de actividades, recolocación de puestos, calendarios móviles, «y sobre todo mucha flexibilidad laboral y cintura en la gestión social de las personas de nuestras cooperativas».

A ello ha contribuido también el Fondo COVID19, dotado con 400.000 euros, con el que se ha ayudado de modo directo o indirecto a más de 1.000 cooperativas.

Entre los objetivos de la agrupación empresarial de cooperativas para 2021 se encuentra participar en la gestión de los Fondos europeos Next Generation y en el programa Berpiztu de Reactivación Económica y el Empleo de Euskadi (2020-24).

Asimismo, se ha puesto en marcha el Plan Estratégico 2021-2024, incidiendo especialmente en el reto de la intercooperación y en apoyar más y mejor el cooperativismo, junto con la consolidación de la representación institucional.

Estudio de percepción

Con motivo del Día Internacional de las Cooperativas, el presidente del CSCE-EKGK, Patxi Olabarria, presentó ayer los resultados del estudio de percepción realizado a través de 650 encuestas en torno a este movimiento, cuya principal conclusión es que las sociedades cooperativas son el tipo de sociedad empresarial mejor reconocida a nivel social, «lo cual nos hace sentirnos muy satisfechas y satisfechos», dijo.

La solidaridad, la transparencia, y situar a la persona en el centro son las características que se asocian más a las cooperativas que al resto de empresas. Esto hace que logren un mejor índice de recomendación como lugar para trabajar, vinculado a empleo de calidad.

Las cooperativas más reconocibles son las agrarias y de vivienda, sin embargo, a la hora de mencionar ejemplos concretos, la mayoría son de trabajo asociado –industriales, construcción y servicios–. Según el estudio, las más reconocidas son Grupo Mondragon, Eroski, Fagor, Irizar, Laboral Kutxa, Ulma, Orona, LagunAro, Maier y Danobat.

Grupo Mondragon

Grupo Mondragon es precisamente el que más peso específico tiene dentro del movimiento cooperativo vasco, ya que agrupa a un centenar de organizaciones y 81.500 trabajadores (cerca de 40.000 en Euskal Herria). Con unas ventas consolidadas de 11.600 millones de euros, la división industrial aporta más de la mitad (6.100 millones), seguida del área de distribución, donde Eroski y Ausolan, entre otras cooperativas, generan unos ingresos de 5.500 millones de euros.

Según su presidente, Iñigo Ucin, la corporación ha logrado mantener los niveles de empleo sin apenas bajas –solo se han reducido un 0,6%–, pese a que en lo más duro de la crisis llegó a descender su actividad un 25%.

No obstante, en la segunda mitad de 2020, hubo una fuerte recuperación, algo a lo que contribuyó de manera decisiva la diversificación de las empresas del grupo, así como los rápidos movimientos llevados a cabo por las cooperativas para adecuarse a la evolución de la situación y a las demandas de los clientes.

Es por ello que no se ha recurrido a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), por la naturaleza cooperativa del grupo, que posibilita calendarios móviles y ajustes en sueldos que se han podido recuperar en la mayoría de los casos, en palabras de su presidente.

Para este 2021, Iñigo Ucin asegura que se están cumpliendo las previsiones de crecimiento del 6-7%, algo a lo que podrían contribuir los fondos europeos Next Generation para la recuperación económica, para lo cual el grupo Mondragon ha presentado proyectos que suponen inversiones de 1.500 millones de euros y la generación de 6.000 empleos en sectores relacionados con la movilidad, la sostenibilidad, la digitalización y la inclusión social.