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Los antitaurinos suspenden por primera vez en 19 años su protesta anual en Iruñea

La pandemia de coronavirus no solo ha provocado que no se celebren por segunda vez consecutiva los sanfermines, sino que incluso los antitaurinos hayan suspendido la protesta anual que vienen realizando en Iruñea desde hace 19 años como «un gesto responsable ante cualquier repunte de la pandemia».

Imagen de la protesta antitaurina celebrada el año pasado con los sanfermines suspendidos por la pandemia de coronavirus. (Ander GILLENEA | FOKU)
Imagen de la protesta antitaurina celebrada el año pasado con los sanfermines suspendidos por la pandemia de coronavirus. (Ander GILLENEA | FOKU)

Por primera vez en 19 años, los antitaurinos han decidido suspender la protesta anual que suelen realizar en Iruñea de cara a los sanfermines. Incluso el año pasado, con el coronavirus ya muy presente, la llevaron a cabo el 7 de julio en lugar del 5, su fecha habitual, para poner de relieve que la no celebración de las fiestas suponía evitar que la ciudad se «manche de sangre de toro».

Las organizaciones por la defensa de los animales AnimaNaturalis y PETA venían realizando desde 2002 su protesta anual en Iruñea sin faltar a ninguna cita. Pero este año han decidido suspenderla «como un gesto responsable y cauto ante cualquier repunte de la pandemia este verano», según han anunciado a través de una nota.

«Han sido casi veinte años de trabajo incesante en Pamplona y después de mucha reflexión, resolvimos suspender la protesta este año. Estamos en la recta final de superar esta pandemia, y preferimos fomentar la cautela y responsabilidad», señala Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en el Estado.

«Tanto el año pasado como este no habrá corridas de toros en la ciudad, lo que nos llena de satisfacción. Creemos que no son necesarios para disfrutar la fiesta ni para celebrar San Fermín», agrega.

Las organizaciones antitaurinas celebran que el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, haya tomado «la decisión responsable» de suspender «las corridas de toros y encierros para este año, a pesar de que en muchos lugares se han levantado ya casi todas las restricciones». Gascón lamenta que «esa actitud de poner el bienestar de la población, y de los animales, por encima de los intereses de una industria cruel y sangrienta, no se ha repetido en otras grandes ciudades» del Estado.

En este sentido, recuerdan que «los empresarios y aficionados taurinos no pudieron esperar ni un minuto antes de organizar faenas en plazas como las de Castellón, Alicante, Salamanca, Burgos, Segovia, Soria y un extenso etcétera de plazas de segunda y tercera categoría».

«La crisis sanitaria nos obliga a ser doblemente responsables y medir muy bien dónde dirigir nuestra mirada y presión», añade Gascón. «Creemos que protestar en una ciudad donde la administración está haciendo lo correcto es menos urgente que concentrar nuestros esfuerzos donde se hace precisamente lo contrario», concluye.