De paso por el plató de France2, el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Clement Beaune, ha hecho esta mañana una advertencia clara: « Quienes no hayan reservado todavía sus vacaciones, que eviten elegir como destino España y Portugal». Y por si había dudas ha añadido: «Es una recomendación en la que quiero insistir».

Beaune ha aludido al aumento de riesgo sanitario en razón de la expansión de la variante Delta en dichos estados y ha incluido a Catalunya en el paquete «porque muchos franceses van allí a hacer juergas».

Su apelación a la prudencia no se ha traducido, de momento, en decisiones firmes.

De una parte, el propio portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, ha debido salir a la palestra, vía otra televisión, CNews, para afirmar taxativamente: «Que yo sepa, no tengo ninguna nueva recomendación que hacer».

Las palabras de Beaune, aderezadas de recomendaciones de «veranear en Francia», que ya proliferaron entre representantes gubernamentales galos a las puertas del verano de 2020, prometen generar polémica, pero sobre todo, desconcierto.

De momento, el Ministerio de Asuntos Exteriores, encargado de facilitar información a las personas que cuentan con salir del Hexágono, no ha actualizado sus recomendaciones en la línea de lo apuntado por el secretario de Estado para Asuntos Europeos.

Dicho Ministerio mantiene en su página web el mapa con los tres semáforos que sirve para clasificar el riesgo epidémico en función de países. Todos los estados de la UE aparecen en verde según el mapa publicado el 1 de julio.

La cuenta @ConseilsVoyages, que actualiza permanentemente las informaciones país a país, no incluye tampoco consejo alguno de no viajar a otro estado europeo, limitándose a recordar las normas que rigen en cada territorio –hace alusión a la situación de la muga en el caso de Euskal Herria– y a recomendar prudencia a los viajeros, a los que se ofrece la posibilidad de inscribirse en una cuenta, denominada Ariane, cara a recibir en el teléfono móvil consignas de seguridad actualizadas durante el desplazamiento.

Las palabras de Beaune cuestionan la política a escala europea, tendente a recuperar los intercambios, y las consiguientes entradas de recursos económicos derivados del turismo, en base al uso del llamado pasaporte sanitario, en vigor desde el 1 de julio.

El Gobierno francés no ha dado señales hasta la fecha de cuestionar ese marco acordado en Bruselas. Preocupado, no obstante, por esa eventual cuarta ola que podría derivarse de la rápida expansión de la variante Delta, Emmanuel Macron presidirá el lunes 12 de julio un Consejo de Defensa extraordinario en el que figura como punto central del orden del día el acelerar la campaña de vacunación, recurriendo incluso a la obligatoriedad en el caso del personal de las residencias de ancianos.

No se descarta tampoco ampliar el uso del pase sanitario, cara a mejorar la prevención en eventos o espacios interiores y, al tiempo, estimular la vacunación.