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Bilbo

Osalan registra una bajada del 20% en el número de accidentes laborales en 2020, con 29 muertes

Cerca de 200 accidentes graves, con 29 personas fallecidas, están recogidos en el balance de siniestros laborales de 2020 elaborado por Osalan. En total, fueron más de 26.000 los siniestros con baja registrados en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Osalan ha anunciado una nueva estrategia de prevención.

La viceconsejera Elena Pérez Barredo y la directora de Osalan, Lourdes Iscar Reina, han presentado el informe anual sobre siniestralidad en la CAV. (IREKIA)
La viceconsejera Elena Pérez Barredo y la directora de Osalan, Lourdes Iscar Reina, han presentado el informe anual sobre siniestralidad en la CAV. (IREKIA)

Osalan ha presentado este jueves su informe de siniestralidad anual, que señala que en 2020 el descenso de actividad provocado por la pandemia tuvo su reflejo en una disminución del número de accidentes laborales con baja. En concreto, fue de un 19% respecto al año anterior; el mayor descenso, de un 23%, se registró en la industria.

En total, en la CAV se produjeron 26.817 accidentes con baja durante la jornada, lo que significa una incidencia de 28,94 personas de cada 1.000 afiliadas a la Seguridad Social, frente al 35,09 de 2019, cuando se contabilizaron 37.157 siniestros.

Del total de accidentes registrados el pasado año, 192 fueron graves y 29 mortales. Y el número de accidentes in itinere, yendo o volviendo del trabajo, fue de 3.175, siendo más alto el índice en las mujeres (4,03) que en los hombres (2,86).

El informe también refleja que el 28% de los accidentes corresponde a personal con menos de un año de experiencia. Un porcentaje elevado, aunque menor que el 33% de media anterior.

El último informe anual de Osalan recoge también la evolución de los accidentes y la afiliación a la Seguridad Social en el periodo que va del año 2000 al 2020.

Perspectiva de género en la nueva estrategia

Durante la comparecencia que ha tenido lugar en Bilbo, la viceconsejera de Trabajo, Elena Pérez, ha adelantado que la nueva estrategia de su departamento tendrá en cuenta que, además de «las malas condiciones de trabajo», también tienen influencia directa en los accidentes laborales factores como la edad, la discapacidad o el género, este último vinculado a la segregación ocupacional que sufren las mujeres.

Esa estrategia, según ha indicado Pérez, supondrá un cambio de políticas «trasladando el foco del puesto de trabajo a la persona trabajadora, viendo su salud como un todo, y eso implica profundizar en la perspectiva de género», entre otros factores.

Además de tener un índice mayor de siniestralidad in itinere –«salir corriendo del trabajo para ir a cuidar a los niños o hacer la compra» influye, como ha señalado la viceconsejera–, hay diferencias de género en materia de siniestralidad en función de la actividad.

Así, las mujeres tienen más accidentes en puestos relacionados con los servicios, mientras que los hombres son más en las actividades manufactureras. En el momento del siniestro, el 44% de las mujeres estaba en movimiento (24% de los hombres) y el 27% de los hombres trabajaban con herramientas o máquinas (9% de las mujeres).

Los hombres sufren la mayoría de los accidentes no traumáticos: el pasado año, sufrieron 32 leves, 19 graves y 6 mortales, frente a los 3 leves, 6 graves y ninguno mortal entre las mujeres. También tienen más accidentes de tráfico que las mujeres, lo que está relacionado con que los hombres ocupan mayoritariamente los puestos de transportista.