El consejo asesor del LABI ha decidido que los establecimientos de la CAV cierren a la 1.00, y ha establecido que la mascarilla será obligatoria en zonas urbanas transitadas. No será necesaria en entornos naturales, piscinas y playas, «siempre que se pueda respetar la distancia interpersonal». Estas medidas entrarán en vigor este mismo viernes, tras su publicación en el Boletín Oficial del País Vasco.
Así lo ha anunciado el lehendakari, Iñigo Urkullu, quien ha incidido en que las instituciones pretenden «reforzar» lo dispuesto en el Decreto Ley aprobado este miércoles en el Congreso español, que, a su juicio, «deja terreno a la ambigüedad en la interpretación de cuándo se debe usar la mascarilla». «Nosotros hoy lo que hacemos es concretar mucho, y planteamos que, mientras no se pueda guardar una distancia de metro y medio en la relación interpersonal, la mascarilla sea necesaria», ha añadido.
Además, ha avanzado que, a partir del lunes, se limitarán al 35% el aforo en la hostelería y en los comercios, salvo para aquellas actividades ya contratadas. Y se reducirá el número máximo de personas en eventos sociales, culturales o deportivos.
«Autolimitación voluntaria»
El decreto de Lakua establece, asimismo, que las personas que den positivo o sean consideradas contacto estrecho, tienen la obligación de colaborar en la labor de rastreo y trazabilidad de los contagios «con el máximo de celeridad y veracidad».
En este sentido, Urkullu ha realizado un llamamiento a la «autolimitación voluntaria», reduciendo la movilidad nocturna de 1.00 a 6.00, y limitando las reuniones sociales a un máximo de seis personas, excluidos convivientes. «El exceso de relajación es nuestro peor criterio de actuación, esto no ha acabado, el verano esta aquí y el virus también. Sigamos cumpliendo las medidas preventivas. Necesitamos un esfuerzo más», ha señalado.
Falta de competencias
«Antes de llegar a medidas como las del confinamiento, creo que es necesario cumplir las medidas que están en vigor. Si cumplimos con ellas es posible que podamos vivir mejores situaciones que las que vivimos, y si no lo hacemos todo puede empeorar. Y si lo hace pensaríamos en lo que pudiera ser un toque de queda o cierres perimetrales, medidas sobras las que no tenemos competencia», ha indicado, y ha destacado que «está es la cuestión que hay que dirimir en los tribunales, y cada uno de los tribunales superiores de justicia tiene su propio criterio».
No obstante, Urkullu no ha cerrado la puerta a acordar una respuesta junto a otras comunidades autónomas, como Aragón y Nafarroa, ya que «no es una situación que afecte solamente a Euskadi, afecta al conjunto del Estado. Y estamos viendo diferentes sentencias sobre las mismas cuestiones».
Sin respuesta de Madrid
A este respecto, ha incidido en que «necesitamos un paraguas, pero no ha querido que fuera así el Gobierno español». Un Ejecutivo, que, segun ha apuntado el lehendakari, no ha dado respuesta a la carta remitida el lunes por el inquilino de Ajuria Enea.
«No es solamente que no me haya respondido al escrito que yo envié el lunes y que haya persistido en la ratificación del Real Decreto ley ayer en el Congreso de los Diputados, sino que ha habido otras ocasiones anteriores en los que me he dirigido a él y no he obtenido respuesta, y en su caso, cuando he obtenido respuesta, ha sido que ya tenemos las herramientas suficientes las comunidades autónomas o que existe el Consejo Interterritorial», ha aseverado.