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La Unesco decide no declarar la Gran Barrera de Coral australiana «en peligro» por el momento

El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, ha decidido no incluir de momento la Gran Barrera de Coral australiana en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro. La decisión ha sido criticada por varias organizaciones ecologistas.

Los últimos informes han alertado de la gravedad del blanqueo de los corales registrado en los últimos años. (William WEST | AFP)
Los últimos informes han alertado de la gravedad del blanqueo de los corales registrado en los últimos años. (William WEST | AFP)

El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, reunido mayormente de manera virtual en la ciudad suroriental china de Fuzhou, ha decidido no incluir de momento la Gran Barrera de Coral, situada en la costa noreste de Australia, en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza había indicado en diciembre pasado que la Gran Barrera ha pasado de estar en situación de «preocupación significante» a «crítica», la peor calificación. El informe, que se publica cada tres años, precisó entonces que el blanqueo de los corales registrado en 2016, 2017 y 2020 no tiene precedente por la «gravedad, frecuencia e impacto» y que han causado pérdidas de coral en dos terceras partes de la Gran Barrera.

Sin embargo, el Comité de la Unesco ha valorado los esfuerzos australianos y ha acordado no incluir este lugar en la lista que reúne sitios afectados por conflictos armados, catástrofes naturales o destrucción medioambiental.

La representación australiana consiguió convencer a un número suficiente de delegados. No obstante, el consenso alcanzado también incluye la reconsideración del estatus en el año 2022.

Gran deterioro desde 1980

La Gran Barrera, que fue añadida al Patrimonio Mundial en 1981 y que se extiende a lo largo de 2.300 kilómetros frente a la costa nororiental del continente australiano, es hogar de 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos.

El mayor arrecife de coral del mundo comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez debido a la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.

«He visto cómo era el arrecife en los ochenta y cuán muerto está ahora. Los políticos solo se apoyan en el hecho de que los australianos no lo han visto morir ante sus ojos», dijo la semana pasada en un tuit el actor Adam Zwar, originario de la ciudad de Cairns, uno de los puntos de entrada a este sistema coralino.

Decisión polémica

El pasado 22 de junio, la Unesco había adelantado un borrador de la decisión sobre el estatus de la Gran Barrera, entre otros lugares patrimoniales, en el que pidió compromisos «más fuertes y claros» para protegerla, principalmente del cambio climático, así como hacer mejorar en la calidad del agua.

Tanto el Gobierno del primer ministro Scott Morrison, que ha sido cuestionado por no comprometerse con el objetivo de la neutralidad de emisiones para 2050, como el del estado de Queensland, en donde se encuentra la Gran Barrera, han trabajado por evitar la inclusión en la Lista de Patrimonio en Peligro.

La decisión ha sido criticada por varias organizaciones ecologistas como WWF, que ha calificado de «injustificable» el voto contrario español a calificar este espacio natural «en peligro».