No solo de los Estados Unidos vive el baloncesto. Después del cuarto oro consecutivo de su selección masculina, las selecciones de Australia y Eslovenia han disputado una final de consolación que ha respondido a las expectativas y que, a la quinta tentativa, ha supuesto el fin de la maldición de los «Boomers». Gracias a los 42 puntos de Patty Mills, la selección oceánica ha superado a Luka Doncic y los suyos por un claro 93-107, dejando atrás las «medalla de chocolate» de 1988, 1996, 2000 y 2016.
Generaciones enteras del baloncesto masculino de Australia se ha retirado sin saborear las mieles del triunfo olímpico, hasta que, por fin, los Mills, Dellavedova, Joe Ingles, Landale, Baynes y compañía han logrado por fin la ansiada medalla de bronce.
La iniciativa en el juego y el marcador ha correspondido siempre a los «Boomers», mientras que Eslovenia ha aguantado hasta los cinco minutos finales del duelo. Un par de triples de Doncic han evitado el triunfo australiano poniendo un 86-92 que ha mantenido la incertidumbre en el marcador. Pero Australia, después de tantas malas experiencias así en los Juegos Olímpicos como en los Mundiales, esta vez no ha dejado escapar el metal. La réplica ha sido un parcial de 0-10, en la que la colectividad australiana se ha conjurado para ayudar a Mills a conseguir el objetivo final.
Triple de Joe Ingles después de una magnífica circulación de balón. Luego de una serie de errores, 86-97 tras una contra lanzada por Ingles y culminada por Mills. 86-99 con dos tiros libres de Dante Exum, que después de años de amagar sin dar, al fin ha encontrado su sitio en la selección absoluta australiana; 86-102, triple de Nick Kay tras asistencia de Patty Mills.
Luka Doncic ha terminado el torneo muy cansado, firmando un 3 de 13 en triples, amén de muy obcecado con los árbitros y algunos rivales. La estrella de los Mavericks ha demostrado todo su talento pero a la hora de la verdad le ha faltado un punto físico, a pesar de la ayuda de Prepelic con 18 puntos, los 13 de Mike Tobey y los 12 de Jaka Blazic.
Pero enfrente se ha topado con una Australia que ha sido más que los 42 tantos de Mills: 16 de Joe Ingles, 12 de Exum, 14 de Landale y 11 de Thybulle para acabar con su maldición.
El bronce femenino, para Francia
Solo resta la final femenina para acabar el baloncesto en el torneo olímpico. Todo apunta a que Japón no será rival de los Estados Unidos, que volverán a firmar el doblete. Sea como fuere, será Francia el equipo que se lleve la medalla de bronce –las tres selecciones coincidieron en la primera fase–, luego de superar por un claro 76-91 a Serbia, en una pequeña revancha del Eurobasket del mes de junio, en el que las «plavi» se llevaron el oro.
Es una lástima que una estrella del basket europeo como Sonja Vasic, que este sábado ha disputado su último partido, se retire sin la medalla olímpica, pero así tendrá que ser. Pese a que las de Marina Maljkovic se han llevado el primer cuarto, a partir del segundo el duelo ha sido de dominio «bleu», y eso que Marine Johannes ha tardado hasta el último cuarto en espabilar.
Pero Sandrine Gruda ha dado por el fin el paso adelante que siempre se le reclama y ha puesto orden en el partido en las dos canastas. Gracias a su brega y acierto las de Valerie Garnier han tomado la delantera, y de su mano, pese al atolondramiento de Johannes, otras compañeras han dado un paso adelante.
Fauthoux, Endene Miyem, Chartereau y Duchet han sumado 10 puntos o más, aunque Serbia ha aguantado el envite gracias a los puntos de Yvonne Anderson y Jelena Brooks. Las francesas han podido mantener a las «plavi» a raya gracias a promediar el 50% en triples, con Marine Johannes uniéndose a la fiesta en el último asalto, mientras que Serbia ha pagado caro su 5 de 18 desde más allá de los 6,75 metros.
Y con este desequilibrio más el largo verano que el basket europeo ha tenido que vivir, empalmando el Eurobasket y los Juegos Olímpicos, la selección francesa ha podido sumar el bronce olímpico a la plata continental.