El culebrón referente a Lionel Messi ha vivido este miércoles un nuevo capítulo. De sus llantos en Barcelona a su arribo a París entre sonrisas, el siguiente hito ha sido su presentación como nuevo jugador del PSG, donde el futboista argentino ha subrayado la «inmensa felicidad» por recalar en el club parisino y su sueño de «levantar la Champions League una vez más».

Para volver a ganar la competición reina del fútbol europeo el delantero argentino está convencido de estar «en el lugar ideal», ha declarado durante una rueda de prensa retransmitida en directo en una pantalla gigante para los cientos de aficionados reunidos frente al Parque de los Príncipes.

En París, la ‘Messimania’ parece no tener fin. Los aficionados se han asomado desde el amanecer para hacer cola frente a las tiendas del club para asegurarse de poder comprar una camiseta con el nombre y el número 30 –dorsal que empleará Messi, ya que su habitual 10 etá ocupado por Neymar–. En la tienda online, los modelos masculinos se han agotado para media mañana.

«Una nueva etapa»

«Quiero encontrar a mis socios, la dirección, y empezar esta nueva etapa», ha expresado «La Pulga», destacando que ha sido «muy duro» dejar el Barcelona, ​​club al que llegó con 13 años, «después de tanto tiempo».

«Estoy muy feliz, todos sabéis de mi salida del Barcelona, donde fue muy duro, son muchos años. Es difícil el cambio después de tanto tiempo, nada más llegar acá la felicidad es enorme», ha recalcado, al tiempo que ha agradecido el empeño de la dirección del PSG para ficharlo, porque «no era fácil».

Acompañado por su mujer y tres hijos en una sala de prensa a rebosar, ha citado expresamente al presidente del PSG, el catarí Nasser Al-Khelaifi –presente junto al propio Messi en la conferencia–, y al director deportivo, el brasileño Leonardo.

«Agradezco cómo me trataron, lo rápido y fácil que fue en tan poco tiempo, porque era muy difícil arreglarlo tan rápido», ha insistido.

Asimismo, el jugador argentino de 34 años se ha congratulado de compartir vestuario con los «mejores del mundo» en su posición, en alusión a sus nuevos colegas Neymar y Kylian Mbappé, entre otros.

Messi, que ha terminado su etapa en Barcelona después de 17 temporadas en el primer equipo blaugrana, ha reconocido la importancia de Neymar en su llegada a París, con el que guarda relación de amistad desde que coincidieron en el Barça –2013-2017–, además de sus compatriotas Ángel di María y Leandro Paredes.

«Eso hizo mucho para poder venir aquí», ha insistido. Asimismo, se ha referido al gran anhelo del PSG, la Liga de Campeones, y ha opinado sobre lo que hay que tener para ganarla –el jugador argentino ha ganado cuatro–.

«Hay veces que se puede tener el mejor equipo del mundo y no ganar, a veces pequeños detalles te dejan fuera, y sabemos lo difícil que es la Champions; el PSG teniendo un equipazo no lo pudo conseguir», ha explicado Messi, quien ha incidido en que es necesario «un poquito de suerte» y «un buen grupo».

«Lindo y raro»

Sobre un posible reencuentro con el Barcelona en Champions, Messi ha admitido que sería «lindo volver a Barcelona», pero que será también «raro». «Esto es fútbol y todo puede pasar. Veremos», ha zanjado.

Acerca de un debut con los colores del PSG, no ha dado una fecha concreta y ha indicado que debe hacer una «minipretemporada» –una vez acabada la Copa América en julio– y hablar con el cuerpo técnico para medir sensaciones.

En principio, el debut del nuevo jugador parisino no está previsto para el sábado, ante el Estrasburgo en la Ligue 1, por su retraso en la preparación física. Pese a todo, ya se conoce que las entradas para este primer partido han alcanzado un precio de hasta 1.000 euros en la reventa.

Podría comenzar el día 29 en Reims, o después del parón internacional, contra Clermont el 12 de septiembre.

En lo que se refiere al desembolso económico, es evidente que la operación por el fichaje de Messi por el PSG ha sido muy cara, pero ya se está viendo que fichar a una superestrella también supone grandes ingresos a su club.

Según la prensa francesa, el PSG ha ofrecido un salario anual neto de alrededor de 40 millones de euros, junto con una importante bonificación por fichaje. El argentino ha firmado por dos años, con opción a una temporada adicional.

Tales emolumentos le situarían al nivel de Neymar –36 millones–, el futbolista mejor pagado de la historia del fútbol francés.