Iñigo Urkullu ha cargado esta mañana de viernes contra EH Bildu y Sortu uniendo dos elementos muy diferentes: los incidentes de esta madrugada en Bilbo que han dejado cuatro detenidos acusados de «atentado a la autoridad» contra la Ertzaintza y la polémica de los «ongi etorris», que iba amainando pero que el lehendakari de la CAV ha querido relanzar.
Así, tras empezar aludiendo a los altercados de la capital vizcaina –que se enmarcan en el ocio nocturno y las restricciones derivadas de la pandemia– Urkullu ha acabado hablando de «actitudes repulsivas» de Sortu, por su valoración de los recibimientos a presos. Se refiere a la nota emitida el miércoles por el partido de la izquierda abertzale en la que defendía las excarcelaciones como camino de convivencia y denunciaba que «difícilmente se construirá la convivencia imponiendo al otro lo que debe o puede hacer».
El mensaje del jefe de Gobierno de la CAV empieza hablando de los incidentes nocturnos la pasada semana en Donostia y esta noche en Bilbo (también en Iruñea y otros muchos puntos). Y enseguida hace referencia a que EH Bildu no suscribió una declaración institucional en el Ayuntamiento de Donostia, obviando que este grupo sí rechazó expresamente los ataques y se solidarizó con los comerciantes afectados.
Para el lehendakari, todo es lo mismo: «No hay lugar a palabras ni conceptos que, además de distraer la verdadera causa y responsabilidad, suponen una ofensa al sentido común y a la dignidad de la mayoría de la sociedad vasca». «Debemos compartir una base ética», ha concluido.