La fotógrafa y periodista vizcaina Olatz Vázquez ha muerto la madrugada de este viernes en su casa, rodeada de su familia. Su última entrada en Instagram está datada el pasado 19 de agosto, acompañada por la imagen de una mano que parece como si intentara atrapar humo.
En aquel mensaje, aunque ya reconocía su frágil estado de salud, continuó lanzando un mensaje de esperanza a sus numerosos seguidores; porque Olatz Vázquez lo que ha hecho todo este tiempo es redes es poner rostro, cuerpo y voz en primera persona a las personas que luchan contra el cáncer.
Y más, en época de pandemia. Vázquez encarnó la lucha por la Sanidad Pública de calidad en unos tiempos en los que otras enfermedades quedaban en segundo plano frente a la pandemia del coronavirus. Porque ella misma lo estaba sufriendo.
Sé que parte de mi "mala suerte" viene de tener que haber vivido esta enfermedad grave en mitad de una pandemia. La COVID-19 está ahí, pero el cáncer también, y un diagnóstico precoz es la mejor cura para esta enfermedad.
— Olatz Vázquez (@OlatzVazquez) August 21, 2020
¿Puedes preguntarle sobre las víctimas "colaterales" de la pandemia? ¿Si va a reforzar el sistema sanitario para otras patologías? Lidia, Sonia y Aitor son algunas de esas víctimas. Yo otra, por haber sufrido el retraso de pruebas y terminar con un cáncer gástrico en estadio IV. https://t.co/9rHX9uLmoL
— Olatz Vázquez (@OlatzVazquez) November 7, 2020
Algo no iba bien
‘Periodista y fotógrafa. Convivo con el cáncer y la quimioterapia’, así se presentaba esta joven profesional residente en Sopelana cuando comenzó a dar testimonio en las redes. A principios de 2020 ella notaba que algo no iba bien, pero tuvo que esperar hasta junio a que le hicieran las pruebas, que se fueron retrasando debido a la alerta sanitaria. Era un cáncer gástrico.
Fue contando en las redes el proceso. Un proceso doloroso, en el que se hablaba de dolor, pero también de lucha por no dejarse desmoronar. Allí relataba los ciclos de quimioterapia y las lágrimas derramadas mientras que se fotografiaba durante el proceso, porque la fotografía, reconocía, era su forma de hacer terapia.
He aprendido a convivir con el miedo. pic.twitter.com/mvvcmG9PYG
— Olatz Vázquez (@OlatzVazquez) November 26, 2020
En su última entrada, narró su último ingreso hospitalario: «He perdido la noción del tiempo, si es que ahí dentro la tienes. He perdido kilos, aspecto, independencia. Siento deciros que he perdido a la Olatz que era». Narraba también su situación después, en casa ya, con hospitalización a domicilio, conectada a alimentación parententeal y una vía nasogástrica. Totalmente dependiente pero, decía, «tranquila y rodeada de los míos».
Hola de nuevo. pic.twitter.com/MhJ4zVzDn7
— Olatz Vázquez (@OlatzVazquez) August 19, 2021
Olatz Vázquez se despedía con un «hasta luego»: «Espero poder salir pronto a la calle en cuanto me quiten cada vez más cables que tengo colocados. Y así. Con paciencia. Y fe. Fe en que irá bien». Y lanzaba a sus seguidores y amigos: «Pero os quiero. Gracias por estar».
Las redes se han llenada de mensajes de cariño hacia esta luchadora. Quedará su testimonio y sus fotografías, poéticas, descarnadas y reales.
Su última exposición es de este mismo año, de mayo en concreto, cuando participó en el Festival Internacional de Fotografía de Belgrado. Uno de sus trabajos es ‘Historia de una Leica de James Rhodes’, realizado a lo largo del 2020.