
La planta de Mercedes en Gasteiz, la mayor empresa de Euskal Herria junto a Volkswagen de Iruñea y que da trabajo directo a unas 5.000 personas, tuvo que parar el 30 de agosto por la falta de estos elementos semiconductores y este miércoles la dirección ha comunicado a los trabajadores que la próxima semana tampoco podrá volver a la actividad.
La empresa no ha hecho una nueva previsión sobre un posible recorte del programa de producción anual de furgonetas por este nuevo parón.
En la anterior revisión se situó en 134.561 el número de vehículos que se fabricarán este año, 3.600 menos que los previstos hasta entonces.
Fuentes sindicales indican que en la reunión de este miércoles la dirección ha reiterado que esta situación no afectará a las previsiones de contratación porque la intención es «trabajar a tope» cuando se restablezca el suministro de los chips.
«Problemas de sobra conocidos»
Por parte, ELA ha advertido de que esta parada supondrá que «una gran parte de la plantilla de Mercedes entrará en ERTE en los próximos días».
Según la central, la parada afectará también a «miles de trabajadoras de las empresas subcontratadas y auxiliares, que padeciendo unas condiciones laborales mucho más complicadas se ven abocadas a una situación de incertidumbre y dificultad».
ELA ha criticado que a pesar de que «los problemas mundiales de falta de microchips eran de sobra conocidos desde hace muchos meses» la dirección «no hizo nada al respecto» y que incluso en enero se activaron días de trabajo, se amplió el horario del turno de noche y se trabajaron sábados para aumentar la producción.
«Estamos seguros de que existen alternativas a esta coyuntura, que de no atajarse a tiempo, puede suponer un problema real para la plantilla», advierte el sindicato.

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