Intercambio de honores entre territorios, con la victoria de la Sotera en Donostia y de la Real en Bilbo. Las donostiarras celebran su segunda victoria consecutiva haciéndose con los puntos del primer derbi que ha acogido San Mamés. Lo ha decidido un gol en propia puerta pero igualmente ha hecho justicia a una Real mejor en líneas generales.
El derbi ha arrancado con la liturgia de los partidos grandes, como lo es. Txalaparta, bertso-derbi a cargo de Miren Amuriza y Amaia Agirre y homenaje a Ainhoa Tirapu, que se retiró hace año y medio, con la entrega de una camiseta con el dorsal 358 –los partidos en los que defendió la portería rojiblanca– de manos de José Ángel Iribar y un bertso de Amuriza recordando que, pese a su retirada, seguirá siendo un referente. Tampoco ha faltado la ofrenda a Pitxitxi, ante cuyo busto las capitanas Garazi Murua y Nerea Eizagirre han depositado el correspondiente ramo de flores.
Y después, fútbol. A ratos, al menos, porque en el primer tiempo no ha habido demasiado. Y casi todo lo ha puesto la Real. El Athletic –que saltaba al césped con las novedades de Garazi, Azkona, goleadoras en Madrid, e Ixaso– ha ejercido de local, tratando de llevar la iniciativa pero las donostiarras, que han encarado el choque con la única novedad de Izarne Sarasola, han estado más acertadas en la toma de decisiones y más precisas en sus acciones. Aunque no hayan sido demasiados, cada balón en busca de sus puntas se traducía en peligro para la portería rojiblanca.
La afición, que también a ratos se hacía notar tapando la voz de las futbolistas, ha tratado de empujar a las suyas, que no acababan de conectar sobre el verde. Pero el gol ha sido para las visitantes. En el minuto trece, tras un par de avisos de Amaiur y Franssi, la Real forzaba dos córners consecutivos. Los dos han ido al primer palo pero el primero lo despejaba Valdezate y el segundo lo cabeceaba Moraza a su portería, llevando el 0-1 al marcador.
Ha querido reaccionar el Athletic, que se ha acercado más a la portería de Elene Lete. Pero han sido las individualidades, más que el juego, las que han generado peligro. Salvo en momentos muy puntuales se ha seguido viendo más cómodo al equipo guipuzcoano, que también ha estado más cerca de marcar, sobre todo con dos acciones consecutivas de Amaiur y Eizagirre.
Iraia Iturregi y Natalia Arroyo han movido fichas en el descanso. Yulema ha sustituido a Paula Arana y Mirari Uria a Cecilia, que se había llevado un golpe poco antes del descanso. El partido también ha cambiado ligeramente, con el Athletic algo más vertical aunque Elene Lete sólo ha tenido que intervenir en un par de ocasiones, ambas con acierto.
Cercana la hora, y con la entrada de Pleuler por Iris, que se ha marchado en camilla, el partido se ha abierto. El Athletic, ahora con Unzue y Peke –ovacionada en su debut en San Mamés– en el verde, ha atacado más y mejor pero también la Real ha respondido a la contra con igual peligro. En la recta final, con la afición, que se ha ido calentando con el paso de los minutos, volcada en su apoyo, las rojiblancas han buscado un último arreón, que Peke ha estado a punto de premiar con el gol del empate. Pero los puntos ya tenían dueño.