Aunque Hego Euskal Herria vuelve a estar a un nivel económico y de empleo parecido a febrero de 2020, se mantienen los factores de vulnerabilidad que ya se observaban hace 18 meses, como el mayor desempleo femenino, la mayor debilidad en el empleo juvenil o la elevada temporalidad.

Este lunes, se ha publicado la tercera entrega de EITB Data, centrada en el análisis de los datos de empleo y paro como consecuencia de la pandemia de covid-19.

Los datos recogidos han sido comparados con los que se registraron durante la crisis económica global provocada por el estallido de la burbuja financiera en 2008.

Como señala EITB, en términos generales, la crisis del coronavirus, a diferencia de recesiones anteriores, ha estado marcada por una fuerte destrucción de empleo seguida de una rápida mejora.

Los picos del paro y el colchón de los ERTE

La pérdida de empleo se concentró en los primeros cinco meses de pandemia (de abril a agosto de 2020), mientras que en setiembre de 2020 comenzó «la recuperación que se mantiene con claridad desde mayo de 2021».

En la CAV, el paro creció durante los meses de abril a agosto de 2020, mientras que en Nafarroa también lo hizo entre octubre de 2020 y abril de 2021. A partir de esos ’picos’, el paro registrado ha descendido en las dos comunidades.

El gran impacto negativo de crisis de covid-19 en el mercado laboral habría sido mayor sin el ‘colchón’ de los ERTE por fuerza mayor, como destaca este análisis.

Entre marzo y abril de 2020, una de cada cinco personas afiliadas a la Seguridad Social en Nafarroa (21,8%) y en la CAV (20%) estuvieron en ERTE. Estas cifras han ido descendiendo progresivamente y, según los últimos datos disponibles (julio-agosto de 2021), están por debajo del 2% en ambos casos.

Diferencias por sectores y por territorios

Por debajo de este panorama general, la evolución del empleo según las actividades económicas en la CAV y en Nafarroa ha tenido un comportamiento desigual.

Algunos sectores han recuperado o superado el nivel precovid. No es de extrañar en sanidad y servicios sociales, educación o Administración Pública, donde no ha habido una pérdida de puestos de trabajo ligada a la pandemia. Pero también ha sucedido en otros como construcción, energía y agua, o actividades profesionales y técnicas.

No ha ocurrido lo mismo en el comercio (mayorista, minorista y venta y reparación de vehículos); las actividades deportivas, artísticas y culturales; las actividades financieras-seguros; la hostelería; y el sector primario (agricultura, ganadería, pesca y silvicultura), que siguen por debajo del nivel de empleo de febrero de 2020.

Y existen otras actividades que han tenido comportamientos diferentes en cada comunidad. Es el caso de las actividades administrativas-auxiliares y el transporte, que en la CAV se han recuperado y en Nafarroa no; o la industria, que en Nafarroa ya está a pleno rendimiento y en la CAV no llega a los niveles precovid.

Contraste con la crisis de 2008

Al comparar esta crisis con la que estalló en 2008, el informe de EITB Data concluye que «han sido dos recesiones muy diferentes, con distinto impacto».

Esta crisis ha tenido una duración de entre 6 (CAV) y 4 (Nafarroa) meses de destrucción de empleo, y entre 12 (CAV) y 10 (Nafaroa) meses para recuperar el nivel previo.

La crisis de 2008 «trajo consigo 68 meses de destrucción de empleo en Euskadi y Navarra, y 69 y 57 meses (Euskadi y Navarra) para recuperar el nivel de empleo previo», como indica el estudio.