El Tribunal de Apelación de París ha suspendido el juicio que tenía que celebrarse este lunes en relación a la condena que recibió en rebeldía Josu Urrutikoetxea en 2010.
No se trata de un aplazamiento rutinario ya que el juez ha decidido que ese sumario vuelva a la fase de instrucción, lo que implica abordar la causa desde el inicio.
La situación que se ha vivido en la sala antes de acordarse la vuelta a la «casilla 0» de la causa ha sido kafkiana. El juez ha vertido duras críticas por los errores y la falta de solvencia de la acusación.
El tribunal ha retenido así las consideraciones de la defensa con respecto a las fallas del proceso.
La defensa ha reseñado dos fallos principales. El primero, de forma, relativo a la no notificación del encausamiento a Urrutikoetxea a pesar de que las autoridades galas disponían de tres direcciones de familiares para cumplir con ese trámite preceptivo.
La segunda queja se ha basado en el fondo, ya que la defensa ha expuesto que a los errores, evidentes en la orden de entrega, se suma el vacío absoluto de la causa.
La fiscal ha coincidido a la hora de confesar esa falta de consistencia del sumario por el que, sin embargo, no cabe olvidar que se condenó a Urrutikoetxea a siete años de cárcel.
Periodo previo a Suiza
El militante que leyó, junto a Marixol Iparragirre, la declaración final de ETA debía responder ante el Tribunal de Apelación por la causa por la que fue condenado en rebeldía en 2010 a siete años de prisión.
La causa se centra en el periodo 2003-2005 en el que, de acuerdo a la defensa de Urrutikoetxea, este realizó tareas de preparación cara a las negociaciones que tuvieron lugar en 2016 en Suiza.
Ese espacio de diálogo se quebró tras el atentado de ETA en Barajas. El atentado en el que murieron dos ciudadanos ecuatorianos motivó una de las cuatro demandas de entrega cursadas por las autoridades judiciales españolas contra Urrutikoetxea.
Sin embargo, la justicia francesa denegó su por el atentado de Barajas. Lo hizo con fecha de 1 de julio de 2020 en el mismo auto en que acordaba dejar libre, bajo control judicial, a Urrutikoetxea, lo que le permitió abandonar La Santé el 29 de julio del año pasado.
El pasado 1 de setiembre, el Tribunal Penal de París absolvió a Urrutikoetxea en la causa por la que fue condenado, igualmente en rebeldía, a ocho años de cárcel en 2017.
El tribunal consideró que «no hay pruebas suficientes» para encuadrar a Urrutikoetxea en ETA en el periodo juzgado (2011-2013).
Además, dando por hecha la presencia en Noruega de Urrutikoetxea, estimó que la participación en un proceso negociador no constituye un elemento que permita en si mismo sostener el delito de «integración en organización de malhechores» por el que se condenó al exparlamentario vasco en 2017.
Delegación de EH Bildu y EH Bai
Una delegación de Euskal Herria Bildu y Euskal Herria Bai, encabezada respectivamente por Maddalen Iriarte y Jokin Etxebarria, se ha desplazado al Palacio de Justicia donde estaba citado Josu Urrutikoetxea.
Iriarte ha destacado que Urrutikoetxea «en la practica actuó para que se diera ese nuevo escenario en Euskal Herria, un escenario esperanzador que nos permite avanzar y es un hecho que hay que poner en valor» y ha considerado que las autoridades judiciales españolas deberían renunciar al propósito de enjuiciar «por hechos por los que ya a ha cumplido condena» Urrutikoetxea.