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Vivienda y trabajo, ámbitos de discriminación en Nafarroa, un entorno «básicamente no racista»

Nafarroa es un entorno «básicamente no racista», en el que en 2020 se detectaron 16 delitos de odio relacionados con la xenofobia, según el avance del diagnóstico para el Plan de Lucha contra el Racismo y la Xenofobia 2021-2026, que cita la vivienda y el trabajo como ámbitos de discriminación.

Imagen de archivo de una manifestación contra el racismo en Nafarroa. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Imagen de archivo de una manifestación contra el racismo en Nafarroa. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Vivienda y trabajo son los ámbitos donde se registra discriminación en Nafarroa, un entorno «básicamente no racista», según el avance para el Plan de Lucha contra el Racismo y la Xenofobia, que todavía continúa elaborándose.

Estos datos han sido expuestos en rueda de prensa por Obdulia Taboadela, del equipo ESOMI de la Universidade da Coruña, responsable de la elaboración de este plan, quien ha estado acompañada por Eduardo Santos, consejero de Políticas Migratorias y Justicia del Gobierno de Nafarroa, y Patricia Ruiz de Irízar, directora general de Políticas Migratorias.

De ese análisis se concluye que el herrialde es un entorno «básicamente no racista», lo que, ha puntualizado Taboadela, «no es óbice para que no preocupe la tendencia creciente de delitos de odio», común al Estado español y otros, de la que Nafarroa no ha quedado al margen. En el herrialde, en torno al 16% de la población es de origen migrante.

Tras celebrar la «inquietud por trabajar en un plan que mejore la convivencia», ha explicado que los objetivos se resumen en un diagnóstico completo de la situación, de las posibilidades, actitudes, percepciones y experiencias de discriminación en todo el territorio y en todos los sectores.

Se trata de realizar un mapeo, si es posible, de actitudes de discriminación y racismo y un análisis profundo de los delitos de odio, así como un estudio de buenas prácticas para copiar lo que sea bueno y mejorar lo que no funcione.

Hasta el momento han detectado algunos ámbitos de discriminación en la sociedad navarra sobre todo en vivienda y ámbitos laborales, así como «preocupación en la administración pública, en los cuerpos policiales y en la administración de justicia para mejorar los procesos, para un mejor conocimiento de la realidad y una mejor atención a las víctimas, junto con una necesidad de formación».

En cuanto a los delitos de odio, ha apuntado que la cifra en Nafarroa es baja, 16 delitos en 2020, si bien ha puntualizado que ese número, según la Comisión Europea, sería a penas del 20% de los que se dan, ya que se considera que el 80% de delitos de odio «quedan ocultos a la mirada de la sociedad, incluso desde el punto de vista de la víctima, y desde luego para agentes responsables de su tramitación y restauración».

Se habla de una «cifra negra u oculta de delitos de odio», que hace preciso seguir trabajando, recogiendo información de sociedad civil, personas racializadas y no racializadas, diferentes organismos y ámbitos como la vivienda, el trabajo, la salud o el deporte porque «la convivencia es holística y si no se diagnostica desde todos los puntos de discriminación, no será un plan completo».

La investigadora ha reconocido que en los grupos de discusión y entrevistas grupales la opinión sobre la acogida en Nafarroa es «muy positiva» y «cuesta muchísimo» que cuenten episodios de racismo y discriminación. En este sentido, es preciso tener en cuenta que muchos proceden de entornos donde les han agredido y llegan a un sitio «donde se es amable y cuesta reconocer la discriminación y el racismo».

Al respecto, ha comentado que se observan diferencias entre las personas recién llegadas y las que llevan más tiempo. Las primeras tienen prioridades como la vivienda, el trabajo o la escolarización de sus hijos y quizás por ello en esos momentos no perciben episodios de racismo o no son conscientes de ello.

Con quienes llevan más tiempo en Nafarroa, aunque «no de forma espontánea», sino trabajando «mucho con ellos» y generando espacios de confianza, comienzan a encontrarse situaciones en las que por su origen han quedado fuera de un alquiler o de un trabajo.

A la hora de hablar del perfil de víctimas y agresores, ha apelado a la cautela, puesto que al ser pocos delitos es mejor hablar de tendencias. No obstante, ha apuntado un rejuvenecimiento de las víctimas, más varones que mujeres, aunque crecen también las mujeres víctimas de delitos de odio vinculados al racismo y la xenofobia.

Al respecto ha señalado que aunque el número de denuncias entre mujeres sea menor, el género atraviesa otras formas de desigualdad y las hace más grandes y por ello las mujeres por el hecho de serlo y las mujeres racializadas en este caso pueden ser colectivos más vulnerables.

Sobre los agresores, ha indicado que al ser muy pocas las personas detenidas por estos delitos es muy arriesgado hacer perfiles porque pueden ser casualidades.

Respecto al plan, el consejero ha destacado que va más allá de lo que se planteaba en el acuerdo programático, que hablaba de un protocolo de acogida, ya que se trabaja en un «auténtico plan que vertebre todas las políticas públicas de acogida».

«En el éxito del mismo nos estamos jugando el futuro como comunidad cohesionada y que sabe convivir con la diversidad», ha sostenido, tras lo que ha valorado el interés por esta cuestión de la sociedad navarra y las más de 3.000 aportaciones recabadas.

Por su parte, Ruiz de Irízar ha asegurado que va a ser un plan «progresista, feminista, sostenible y participativo».