NAIZ
Laudio

Comité y dirección de Tubacex se aproximan a un acuerdo pactado

Cumplidos 231 días de huelga por parte de la plantilla y después de que la judicialización del conflicto diera más razones al comité –aunque la dirección aún no ha anunciado que desiste del recurso ante el TS español–, es posible que la reunión entre las partes convocada para hoy sea la definitiva.

Concentración ante la sede del TSJPV, en Bilbo, durante el juicio por el ERE aprobado por la dirección de Tubacex para las plantas de Tubacex en Amurrio y Laudio, el pasado 21 de junio. (Aritz LOIOLA/FOKU)
Concentración ante la sede del TSJPV, en Bilbo, durante el juicio por el ERE aprobado por la dirección de Tubacex para las plantas de Tubacex en Amurrio y Laudio, el pasado 21 de junio. (Aritz LOIOLA/FOKU)

La nueva reunión que mantendrán hoy las tres partes que están participando en las negociaciones podría poner fin, con una solución pactada, al largo conflicto vivido en las plantas de Tubacex en Laudio y Amurrio desde que la dirección planteó la supresión de unos 130 puestos de trabajo, que fue recibido como otro duro golpe en una comarca como Aiaraldea que está viviendo una particular ‘reconversión industrial’ con repercusiones en todo su tejido económico y social.

Después de una huelga que la plantilla ha mantenido durante 231 días, ayer fuentes del Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno de Lakua filtraron a los medios que se había alcanzado un principio de acuerdo.

A continuación, el comité de empresa explicó, en una nota, que el departamento que dirige Idoia Mendia les había comunicado que la dirección de Tubacex había aceptado la modificación que habían presentado al texto que recibieron la pasada semana del propio Gobierno de Lakua que tiene por objeto evitar los despidos forzosos.

No obstante, el comité puntualizó que el preacuerdo no estaba sellado y que esperaba a una nueva reunión a tres bandas para cerrar el texto. Lakua aceptó la petición y convocó para hoy a la dirección y al comité (integrado por 4 representantes de ELA, que es el sindicato mayoritario, otros 4 de STAT, 3 de CCOO, 1 de LAB y 1 de ATAL).

Sin despidos «forzados»

La representación social comentó que la dirección ha aceptado la nueva propuesta respecto a la situación de las 22 personas que se acogieron a las bajas voluntarias antes de que los tribunales declararan nulo el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado en TTI (Laudio) y Aceralava (Amurrio). Subrayó que, de esta manera, se evitarán «despidos forzosos». En estas plantas trabajan cerca de 800 personas en total.

La dirección de la multinacional tubera confirmó a los medios la aceptación de la propuesta de los trabajadores, aunque incidió en que todavía estaba sin firmar.

En julio, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) declaró nulo el ERE que afectaba a 129 personas de distinta manera: a 95 por despido, a 12 por prejubilaciones y a las 22 restantes por bajas incentivadas. 

La dirección y el comité mantuvieron el pasado jueves una reunión con el Ejecutivo autonómico en la que no llegaron a un acuerdo en torno a la propuesta que puso encima de la mesa este último. Era el cuarto encuentro que mantenían las tres partes en ocho días.

Según explicaron fuentes sindicales, uno de los principales escollos estaba en el tema de las salidas voluntarias, sobre las que el comité presentó una nueva propuesta que, en principio, es la que aceptó ayer la dirección. Se trataría de permitir que quienes salieron voluntariamente durante el ERE puedan volver a las dos plantas si así lo quieren, con lo que se evitarían los despidos forzosos.

El planteamiento presentado por Lakua la pasada semana proponía salidas voluntarias con la indemnización correspondiente a despido improcedente más 3.000 euros, 15 prejubilaciones y excedencias por cinco años incentivadas con 5.000 euros con reserva de puesto de trabajo.

En aquel texto se incluía el mantenimiento del convenio colectivo hasta finales de 2024, con la consolidación de las tablas provisionales «con el 3 % de subida», una jornada de 1.696 horas anuales, en lugar de las 1.656 actuales, y un compromiso de empleo y de inversiones hasta 2024.

Planteaba, además, la desconvocatoria de manera inmediata por parte del comité de la huelga indefinida que convocó en febrero y dejar «sin efecto operativo» los recursos que la dirección ha interpuesto en contra de la nulidad de los despidos declarada por el TSJPV.

La dirección se vio obligada a cumplir con la sentencia pero, en un principio, procedió a abonar los sueldos sin llegar a reincorporar en sus puestos a los trabajadores a los que aplicó el ERE. Además, en todo el proceso de negociación se ha negado a retirar el recurso planteado ante el Tribunal Supremo español.

Como resaltó ayer ELA, en la reunión del jueves pasado, el comité decidió, por unanimidad, no aceptar la última propuesta presentada «tras dar marcha atrás el Gobierno Vasco en la propuesta inicial» que se había trasladado a la asamblea de trabajadores, «con la introducción de las salidas forzosas que se presentaron como ‘voluntarias’ al inicio del proceso y el planteamiento de no subida salarial para el año 2021».

La situación cambió ayer porque, como señaló ELA, «tras consultar las posibles bajas voluntarias» y con otros datos que ha recogido el comité, «este problema estaría solventado», por lo que se comunicó al Ejecutivo de Lakua «el acuerdo unánime de todos los sindicatos». Sin embargo, la representación de LAB dijo «no tener constancia» de acuerdo ni de acercamiento.

«Muchísima prudencia»

Al comentar el principio de acuerdo alcanzado, el portavoz del Gobierno de Lakua, Bingen Zupiria, dijo que sería «una noticia positiva para el conjunto de los trabajadores y el mantenimiento de una actividad industrial tan importante para Euskadi, Álava y la comarca de Ayala». Zupiria señaló que no tenía constancia directa de que se hubiera producido el pacto, pero afirmó que el Ejecutivo ha apostado siempre por el diálogo para encontrar acuerdos entre ambas partes.

También el diputado general de Araba, Ramiro González puso en valor que la solución sea acordada, ya que esa sería «la única manera de preservar la actividad de la empresa a futuro y los puestos de trabajo».

Por su parte, el presidente de la patronal SEA, Pascal Gómez, pidió «muchísima prudencia» ante una negociaciones que todavía no se habían cerrado e instó a «dejarles trabajar» porque, tras siete meses de conflicto, «es un acuerdo importante para la provincia, la empresa y los trabajadores».