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Miles de personas defienden el derecho al aborto ante la ofensiva conservadora en EEUU

Miles de personas, en concentraciones por todo el país, han llevado a las calles de Estados Unidos la batalla por el derecho al aborto ante la ofensiva conservadora que puede agravarse con la próxima decisión del Tribunal Supremo.

La marcha de Washington pasa ante la sede del Tribunal Supremo. (Alex WONG/AFP)
La marcha de Washington pasa ante la sede del Tribunal Supremo. (Alex WONG/AFP)

Miles de manifestantes han comenzado a llevar a las calles estadounidenses la batalla por el derecho al aborto este sábado durante una nueva edición de la Marcha de las mujeres, para hacer frente una ofensiva conservadora sin precedentes en Estados Unidos.

«Las mujeres son seres humanos por derecho propio y debemos ser tratadas como tales. Deberíamos poder decidir qué hacer con nuestros propios cuerpos, punto», señala Laura Bushwitz, de 66 años, maestra jubilada que ha acudido a Washington.

«Estoy cansada de que me digan lo que puedo o no puedo hacer (...) ¿Escuchas eso, Tribunal Supremo?», añade.

Desde que entró en vigor una ley de Texas el 1 de setiembre, que prohíbe prácticamente todos los abortos en este  estado, se ha desatado una verdadera guerra de guerrillas judicial y un contraataque en el Congreso, pero pocas movilizaciones.

Pero dos días antes de la reanudación de las audiencias en el Tribunal Supremo de Estados Unidos, cuya decisión será decisiva, cerca de 200 organizaciones se han movilizado en todo el país.

Cambios en el tribunal

El evento insignia se lleva a cabo en Washington, donde miles de personas se han concentrado al mediodía para luego marchar hacia la sede del Tribunal que, casi 50 años después de reconocer el derecho de las mujeres estadounidenses al aborto en su histórica sentencia Roe contra Wade, parece dispuesto a dar la marcha atrás.

El tribunal, profundamente reformado por el expresidente Donald Trump, de hecho se ha negado a intervenir urgentemente para bloquear la ley texana y podría aprovechar la revisión de una ley restrictiva en Mississippi para cambiar su jurisprudencia.

También se han llevado a cabo movilizaciones en las capitales de estos dos estados conservadores, Austin y Jackson, así como en más de 600 ciudades del país.

Accesible y sin estigmas

Según los organizadores, se esperan más de 240.000 personas en todo Estados Unidos. «Estamos luchando para que el aborto no sea solo legal, sino también accesible, asequible y libre de estigmas», defienden en un comunicado, en el que piden al Congreso que consagre el derecho al aborto en una ley federal, con el fin de protegerlo de una posible reversión por parte del Supremo

Un proyecto de ley en este sentido fue aprobado hace una semana en la Cámara de Representantes, en manos de los demócratas, pero no tiene posibilidades de triunfar en el Senado, donde los republicanos tienen una minoría de bloqueo.

En 2017, se organizó una primera Marcha de mujeres justo después de la toma de posesión de Donald Trump y reunió a millones de opositores al republicano y a sus declaraciones sexistas.

Las ediciones posteriores tuvieron menos éxito, en parte debido a disensiones internas que parecen superadas. «Este año, estamos unidas», asegura la organización, que aglutina una gran coalición que incluye tanto pequeñas asociaciones feministas locales como el gigante de la planificación familiar Planned Parenthood.

Primea Marcha de las Mujeres con Biden

«Vamos a salir a la calle por primera vez en la era Biden, porque el cambio en el Despacho Oval no ha acabado con el deseo politizado, perverso y patriarcal de controlar nuestros cuerpos», añaden.

Por el contrario, impulsados por la entrada en la Corte Suprema de tres magistrados elegidos por Donald Trump, los electos conservadores locales se han embarcado en una verdadera ofensiva contra el aborto: desde el 1 de enero, 19 estados han aprobado 63 leyes que restringen el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo.

Si la Corte anulara la jurisprudencia de Roe contra Wade, todos los estados serían libres de prohibir o permitir los abortos. 36 millones de mujeres en 26 estados, o casi la mitad de las mujeres estadounidenses en edad reproductiva, probablemente perderían el derecho a abortar, según un informe de Planned Parenthood publicado el viernes.