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La cadena mundial de suministro de materias primas sufre bloqueos generalizados

La cadena de suministro mundial de materias primas está paralizada. La falta de actividad y el mal funcionamiento de los puertos ha provocado que las empresas tengan que parar la producción. Mientras, los precios no paran de crecer.

Contenedores en el puerto de Dortmund, Alemania. (Ina FASSBENDER/AFP)
Contenedores en el puerto de Dortmund, Alemania. (Ina FASSBENDER/AFP)

La materia prima no llega a las fábricas. La cadena de suministro de insumos y materias primas sufre bloqueos generalizados en todo el globo a causa de los aumentos repentinos de demanda que ha generado la pandemia.

El problema, según la economista Isabelle Méjean, reside en que los grandes exportadores de materias primas son países en vías de desarrollo, la mayoría del sudeste asiático. Estos países se han enfrentado a incrementos repentinos de demanda, en el marco de la recuperación económica después de la recesión a causa de la crisis sanitaria de 2020. «Las materias primas todavía proceden principalmente de países emergentes donde la gestión de la pandemia ha sido complicada», explica Méjean.

Además, debido a los confinamientos en los primeros meses de pandemia, muchos países optaron por paralizar las empresas de actividad no esencial como es el caso de China o Vietnam. Estos parones, principalmente el de la automoción en China, han tensado el sector automovilístico mundial y se calculan «pérdidas de hasta 180.000 millones de euros» en 2021 en todo el mundo, según prevé el gabinete de Alix Partners.

Otro factor que influye negativamente en la falta de suministros es que las empresas son cada vez más especializadas. Así, en el ámbito de la perfumería, por ejemplo, la paralización de una empresa estadounidense que produce un plástico raro se ha hecho notar en todo el sector.

El presidente de France Supply Chain y director de operaciones del grupo Rocher, Yan De Feraudy, señala que aunque algunas empresas podrían recurrir a otros proveedores o materiales, esto generaría ajustes en la fabricación: «Ahora hay que hacer los pedidos con tres meses de antelación (...) Los precios suben hasta que ya no hay más materias disponibles».

Los atascos en los grandes puertos mercantiles también son razón de preocupación. El incidente del canal de Suez es un ejemplo gráfico de la fragilidad de la economía mundial.

Jonathan Owens, experto en logística de la Universidad de Stanford, recuerda que el atasco de seis días de aquel portacontenedores tuvo efectos longevos en los puertos de todo el mundo: «Los puertos secundarios Europeos tardaron dos meses en recuperarse del bloqueo del Canal de Suez».