Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva

Ha sobrado un minuto para que El Sadar disfrutase de la felicidad infinita (1-1)

Osasuna se ha tenido que conformar con un punto cuando ya acariciaba llegar a la veintena –la mitad de la permanencia– y colocarse en el liderato con la Real, pero tras quedarse en inferioridad, el Granada ha logrado el empate en el 90.

A Herrera le ha pillado adelantado Montoro y le ha colado un gol por arriba en el 90. (Iñigo URIZ/FOKU)
A Herrera le ha pillado adelantado Montoro y le ha colado un gol por arriba en el 90. (Iñigo URIZ/FOKU)

En un día muy especial para el osasunismo, la felicidad no pudo ser completa. El colofón a los actos del centenario –presencia de un once rojillo con futbolistas históricos e interpretación de Serafín Zubiri– no tuvo por muy poco el broche final de una victoria que hubiera supuesto media permanencia y el coliderato con la Real.

La igualdad que ha habido durante la primera mitad, con un Granada respondón que también ha querido disponer de la pelota, la ha roto finalmente Chimy Ávila. Y ha sido a la tercera, pues el argentino, ávido de gol y de agradar, lo ha intentado en primera instancia ya en el minuto 8 cuando ha cabeceado picado un balón que parecía en mejores condiciones para Rubén García.

Ha vuelto a probar fortuna casi media hora después, en el 34, al recoger el cuero en el vértice del área, recortar con la derecha y sacarse un tiro raso y duro con la izquierda, pegado al palo, pero que ha sido interceptado por la buena estirada de Maximiano.

El cancerbero portugués poco ha podido hacer en el tercer remate del ariete rojillo. Un empalme de Cote ha golpeado en el cuerpo de Abram, cayendo el esférico a los pies del Chimy que ha parecido pensárselo, pero ha acabado sacando un zurdazo inmisericorde que se ha colado en las mallas para subir el 1-0 al luminoso.

El delantero argentino ha aprovechado que el gol se ha producido en la portería de Graderío Sur para dedicarlo a la grada y, de paso, pedir perdón.

Vuelan dos puntos

Osasuna ha vuelto a tirar de eficacia para desatascar un envite que no parecía tener propietario por el equilibrado juego de ambos contendientes, con un adversario que ha metido miedo con una colada de Machís y un intento desde el medio campo después de que un descolocado Herrera haya tenido que volver a la carrera para cubrir portería tras salir a cortar con la testa un envío andaluz.

La necesidad de sumar de los visitantes ha acelerado el duelo en la segunda parte. El choque ha entrado en la centrifugadora y los acercamientos a ambas áreas se han intensificado, aunque ha sido Torres quien ha podido anotar el 2-0, tras un zurdazo que se ha encontrado con la cabeza de Abram.

Todo estaba yendo de color de rosa hasta que, a falta de un cuarto de hora, un toque erróneo de David García en medio campo ha acabado en un pase profundo a Luis Suárez, al que se ha visto obligado a agarrar Cote para evitar el 1-1, lo que ha derivado en la correspondiente roja para el lateral.

En inferioridad numérica, a la escuadra navarra le ha tocado apretar los dientes, mientras Arrasate ha variado el esquema colocando a tres centrales, pero dos puntos han acabado volando tras pillar Montoro adelantado a Herrera y colársela por encima con un preciso chut. Finalmente, la felicidad no ha podido ser completa por apenas un minuto.

Arrasate: «Nos han privado de un momento único»

A la conclusión del choque, Jagoba Arrasate ha admitido que «nos han privado de un momento que iba a ser único, pero a la vez siento orgullo por el partido de mi equipo. Hemos hecho un gran segundo tiempo, donde vimos más cerca el 2-0, pero esto es fútbol».

El técnico de Berriatua reconocido como «muy clara» la expulsión de Cote y ha restado culpa del gol del empate a Sergio Herrera, «que nos está dando mucho y que está haciendo una gran temporada».

«Nos ha faltado ese acierto y algo de fortuna –ha añadido–. Tenemos una semana durísima y debemos recuperarnos» para hacer frente a la doble salida que debe acometer el cuadro rojillo, visitando el Santiago Bernabéu y el Sánchez Pizjuán.

El preparador rojillo ha descrito que «no me quiero ni imaginar lo que hubiese sido una victoria. Me pongo malo. Al final, ha que dar por bueno el punto y agradezco al público su ayuda», ha concluido.